¿Has oído hablar de decoración minimalista, pero no sabes muy bien de qué se trata?
Es un estilo se caracteriza por simplificar al máximo la decoración y reducir los elementos a los únicamente esenciales. Su premisa es: menos es más, y si bien puede resultar atractivo y sencillo en la teoría, llevarlo a la práctica puede no ser tan fácil como parece.
Es por esto que, si te resuena este estilo y conectas con él, hoy te queremos entregar algunas claves para que des tus primeros pasos en el estilo minimalista, con tips y consejos que podrás aplicar fácilmente.
Paso 1: Define lo que es importante
Lo primero que debes hacer es definir cuáles son tus necesidades, y a partir de ahí, realizar un listado de aquellas cosas que son imprescindibles y que sí o sí deben estar en tu casa.
Para esto:
- Revisa tu rutina diaria,
- las actividades que realizas en tu hogar,
- observa y conversa con quienes viven contigo.
Con esas respuestas, podrás tener una idea más clara de qué muebles, elementos y decoraciones se quedarán.
Paso 2: Comodidad y bienestar ante todo
Como la decoración minimalista integra pocos elementos, es importante que los elegidos sean piezas de calidad, cómodas y que favorezcan el bienestar de quienes usarán el espacio.
La idea de este movimiento es que los muebles tengan una vida extensa, por lo mismo, asegúrate de elegir materiales duraderos como:
- Madera.
- Concreto.
- Piedras como granito o mármol.
- Textiles naturales: algodón, lino, lana.
Entre los materiales, especialmente el que uses en los pisos y las paredes puede marcar la diferencia, apoyando la visualidad con texturas que transmitan calma y orden.
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Paso 3: Elige un elemento central
Una buena idea para comenzar con la decoración minimalista es definir el elemento principal de cada espacio, de modo que el resto de los elementos sean una compañía y complemento.
Por ejemplo, en tu dormitorio puede ser el respaldo de la cama, mientras que en el living puedes enfocar el diseño en torno a los sofás o el área de asientos.
Por lo general, las piezas protagonistas se escogen entre aquellas de mayor volumen, para que destaquen y cobren protagonismo apenas entras al lugar.
En este mismo sentido, hay otro factor que cumple un rol fundamental: el espacio vacío.
El espacio vacío interactúa con los objetos y, de cierta forma, los define. Por eso, no tengas miedo a dejar zonas sin elementos, verás cómo destacan las piezas centrales que elegiste.
Paso 4: El diseño de los muebles
Sin duda, en la decoración minimalista existen ciertos estilos y estéticas que funcionan mejor.
A la hora de elegir muebles, te recomendamos optar por aquellos de líneas simples, capaces de fluir y fundirse en el ambiente. Considera las formas básicas como los cuadrados y rectángulos, y las líneas verticales, horizontales y curvas.
Por ejemplo, un sofá de patas largas y angostas, de brazos rectos y lisos, combinado con una mesa de centro redonda. O una mesa de comedor rectangular, con sillas de madera de líneas curvas.
Esto te ayudará a simplificar la decoración y a mantenerla en un “estado neutro”, con piezas que combinarán muy bien juntas y unificarán el espacio.
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Paso 5: Opciones multifuncionales
Tener pocos elementos a la vista no quiere decir que no tengas objetos que almacenar. Por eso, los muebles multifuncionales son una gran idea para crear este estilo decorativo.
Camas que cuentan con espacio para guardar en su base, mesas o camas plegables, banquetas que se abren y se transforman en baúles; todas estas alternativas son bienvenidas si buscas una habitación con pocos muebles pero bien organizada.
Paso 6: La paleta de color
La decoración minimalista destaca por tener una paleta de color monocromática, neutra y clara, donde predomina el blanco, el beige, y el gris.
El negro y otros colores como el azul y verde, también aparecen, pero en menor medida.
La idea es que los tonos que uses ayuden a generar una sensación de amplitud y luminosidad, y a crear espacios elegantes y sofisticados que combinen muy bien con los materiales de muebles y textiles.
Si sientes que la elección de colores resulta algo plana, puedes darle una vuelta añadiendo pinceladas de color con accesorios y complementos decorativos, para resultar en un look limpio, pero con un toque extra:
Una buena idea pueden ser accesorios en tonos metalizados como dorado o plateado, para un giro vanguardista, o incluso tonos cálidos o incluso flúor, si quieres algo más chic y juvenil.
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Paso 7: Recurre a las texturas
La decoración minimalista destaca por su simplicidad, pero no por eso debe ser aburrida. Para romper la monotonía, recurre a las texturas y juega con ellas. Verás cómo de inmediato crearán un ambiente mucho más cálido y natural.
¿Dónde aplicarlas? Elige una mesa de madera con vetas marcadas, textiles de lino que son vaporosos, cerámicas con diseños geométricos, muros o suelos de piedra, o fibras naturales como el mimbre o ratán.
7 pasos que te harán un experto en la decoración minimalista. ¿Qué opinas de este estilo y su premisa de “menos es más”?
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