Hay muchas formas de redecorar nuestra casa, pero la más fácil, rápida y económica es utilizando cojines. Y aunque hoy los cojines son un elemento decorativo básico, que hasta sigue tendencias de moda, en su origen fueron pensados como un asiento.
Desde Buda hasta ti
Su historia está vinculada a Asia, especialmente a China y también al budismo. Cuentan que el primero en utilizar un cojín fue Buda. Aquel cojín originario se conocía como ZAFU, que significa asiento (ZA) de espadaña (FU), la planta con la que estaba relleno. Todavía hoy en la práctica de la meditación se utilizan variedades de este cojín que conserva su significado también en algunas religiones más.
Para las culturas árabes, el cojín tiene también un uso cotidiano desde hace cientos de años. Lo utilizan como adorno en camas y sofás, pero también, por ejemplo, para sentarse en el suelo a compartir una shisha o pipa de agua. Los árabes llamaron a los primeros cojines almohadas, una palabra que, como casi todas las que comienzan por “AL” en el idioma español, quedaron como herencia.
También en la Europa de la Edad Media los cojines se utilizaban para sentarse. De hecho, según los registros de antiguos palacios y grandes casas, solían ser firmes, de gran tamaño y se cubrían con una funda de cuero, ¿te suenan? ¡Ahora vuelven a estar de moda!
Poco a poco el cojín perdió su función única de asiento, se redujo su tamaño y amplió su gama en colores y formas hasta lo que conocemos hoy. ¡Todo un mundo de posibilidades!
La actualidad, tendencia y moda de los cojines
Desde entonces los cojines se han convertido en básicos e imperdibles de cualquier decoración. Por supuesto, también hay tendencias y modas. En los años 20 y 30 el Art Deco nos dejó estampados de pieles de animales: cocodrilos, cebras, tigres… También las formas geométricas (link post geometría), como círculos, cuadrados o rombos. Dos tipos de print que seguimos utilizando.
Los cojines nos sirven para terminar de darle forma a un concepto decorativo. Por ejemplo, si buscas una decoración clásica, con cojines de seda o terciopelo le darás el toque sofisticado y elegante. Para ambientes más rústicos o atrevidos te pueden servir las texturas que imitan piel o los tejidos peludos. Incluso te sirven los cojines con animales realistas impresos.
En espacios más informales, alternativos, o ambientes juveniles, puedes ser un poco más creativo y atreverte a combinar cojines de colores fuertes, con formas novedosas y otro tipo de materiales menos convencionales.
Tres consejos para decorar usando cojines
Es fundamental saber armonizar los colores, acabados y formas. Y también tener en cuenta el equilibrio del conjunto, por ejemplo, si tienes una cama o un sofá muy grande evita colocar un cojín muy pequeño, porque se verá raquítico. Además de eso ten en cuenta estos tres consejos a la hora de decidir qué cojines vas a colocar:
1- La comodidad es prioridad. El cojín sirve para decorar, pero no puede obstaculizar el uso de otros muebles. Por ejemplo, puedes poner varios cojines en un sofá, pero no tantos que hagan que sentarse sea difícil o incómodo.
2- Integra los cojines en el resto de la decoración. Si bien el cojín ayuda a renovar decoraciones no podemos hacer que recaiga sobre ellos toda la “responsabilidad”. El cojín debe tener sentido en el contexto de la pieza en la que se encuentra.
3.- Mezclar tamaños, formas y texturas siempre es una buena idea. Crea un efecto collage muy entretenido y compatible con cualquier tipo de decoración. Recuerda que, aunque no hay reglas absolutas en decoración, sí hay algunos parámetros estándar. En el caso de los cojines cuida los tamaños y la cantidad, para que sean efectivamente un complemento y no abrumen a la vista. Respecto a las medidas, y sólo para que sirva de guía, sobre camas y sofás las medidas estándar son de 40×40 o incluso de 50×50, así que todo lo que esté en esos rangos quedará bien. En el suelo se suelen utilizar cojines más grandes, de 70×70 aproximadamente.
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