Comedores inspiradores en exteriores (aparentemente) complicados

Si estás buscando inspiración para tus exteriores, seguro ya te hartaste de ver mesas tamaño XL rodeadas de al menos 6 sillas… estupendas y enormes. Porque aunque nos encanten las mesas para toda la familia, lo cierto es que a veces nos falta el espacio para colocarlas, sobre todo si vivimos en un departamento.

Por eso, hoy te traigo algo de inspiración para que te lances con un comedor al aire libre, incluso si tienes pocos metros. Te aseguro que los espacios siempre se pueden aprovechar mucho más de lo que uno cree. Con estos ejemplos verás cómo exteriores que parecen complicados ganan vida y estilo con solo un poco de imaginación.

Escenario 1: Tengo poco espacio

Éste es el problema más frecuente, y con él surge la duda: “si tengo tan poco sitio ¿merecerá la pena tener una mesa con sillas?”. En mi opinión, ¡sí! Porque son la excusa perfecta para sentarse a desayunar, a tomar un café a media tarde o a leer.

Hay sets para terrazas mini, que te permiten crear un rinconcito acogedor con muy pocos elementos. Un tip: las sillas plegables son tu herramienta estrella.

Si tienes una ventana, aprovéchala para instalar un pequeño mesón. Con unos taburetes crearás un espacio entretenido, que también podrás aprovechar desde el interior de la casa.

Escenario 2: Mi jardincito tiene muchos árboles y plantas que no puedo quitar

He estado en varias casas que tienen este problema. Y es que los dueños anteriores, o los propietarios, plantaron en su día arbolitos o plantas, que ahora han crecido y se han comido todo el espacio. El resultado suele ser un patio bastante constreñido y oscuro, que se siente poco acogedor.

Sin embargo ¡que no cunda el pánico! Estos elementos naturales pueden convertirse en un escenario inmejorable. Solo hay que integrarlos en la decoración, y darles un buena podada para que no interfieran.

A este tipo de espacios les sientan bien los aires vintage: las mesas y sillas de forja, los jarrones de vidrio, los manteles bordados y las flores frescas para complementar.

Escenario 3: Mis muros son fríos

Puede ocurrir que tu patio esté separado de la casa del vecino por un muro. Y, en muchas ocasiones, es un desafío decorativo, porque es demasiado alto, porque está hecho de un material poco apetecido (como el hormigón) o porque simplemente es más grande de lo que te gustaría.

En estos casos hay dos alternativas: la primera es aceptarlo e integrarlo, sin intentar ocultarlo. Incluso, llegaría a decir que hasta dándole un cierto protagonismo. Por ejemplo, si tienes un muro de ladrillos de hormigón dale a tu patio una onda industrial minimalista para que su integración tenga sentido.

En caso contrario, siempre puedes disimularlo. Y la idea más efectiva suele ser unas plantas frondosas o una celosía en la que las puedas enredar, y completar con otras decoraciones.

Escenario 4: El espacio que tengo es poco acogedor

Ese muro puede ser uno de los elementos que haga poco acogedor y apetecible tu patio, pero tal vez arreglando el entorno o sacándole provecho al estilo solucionas el problema. ¡Incluso si el conjunto se siente desarreglado y un poco decadente! Por ejemplo, un muro de ladrillo puede ser un soporte ideal para decorar ¡fíjate!

Con plantas, algunos textiles y algunos puntos de luz cualquier espacio gana magia y armonía.

Y tú… ¿ya te inspiraste a sacar tu comedor al patio?