Diario de una Novia 6: organizar y vestir las mesas

En el post anterior dejamos planteado el escenario: sus invitados ya les vieron casarse, les saludaron en la recepción y, probablemente, también tomaron y picaron algo durante el cóctel. Sí, todo fluyó y ya saben también dónde les tocó sentarse y con quién.

Así que, en este punto, toca pensar en las mesas, ¡vamos allá!

Un pequeño repaso de protocolo

Cada pareja es un mundo, así que la decisión de cómo acomodar a sus invitados (incluida la familia) depende de muchos factores. Sí les aconsejo que intenten sentarles con una compañía que les sea grata. La idea es que disfruten de su matri al máximo, así que procuren alejar a aquellos amigos que no se llevan muy bien, juntar a personas que, aunque no se conozcan, puedan tener aficiones o gustos comunes y equilibrar el número de hombres y mujeres en cada mesa.

Para organizar la posición de las mesas, un buen detalle es empezar por sentar, en las más cercanas a los novios, las de los amigos más íntimos, los primos o los tíos, y de ahí ir intercalando. La idea es que los novios se sientan arropados por su gente, pero sin que el “degradado de importancia” sea tan obvio.

Formas y tamaños

Tal vez el lugar de su celebración les de la opción de elegir la forma y/o el tamaño de las mesas. No todos los sitios lo hacen, pero si tienen la suerte de poder tomar esa decisión lo primero es saber que, obviamente, el tamaño y forma que elijan condicionará el número de comensales que puedan disponer en cada una. Por ejemplo, en mesas redondas (que son las más habituales) lo ideal es sentar entre 8 y 12 invitados. Para mí, las mesas redondas son la opción ideal en matris de hasta 180-200 invitados.

Si tienen más y no quieren que la sala se sienta como una kermese infantil, las mesas extra largas son top tendencia y se ven increíbles, especialmente en matris con inspiración rústica o silvestres.

Decoración

Cuando sus invitados se sienten en la mesa, ya van a tener una idea del estilo y la personalidad de su matri, sobre todo si se decidieron por una boda temática.

Seguramente muchos esperan solo una rica comida y por eso hay novios que deciden dejar el montaje de las mesas en manos del catering. Sin embargo yo les animo a que aprovechen esta instancia para potenciar aún más la magia y grabar su día en el recuerdo de todos.

Eso se consigue con pequeños detalles, como la presentación de los platos, la elección del mantel, los cubiertos y la vajilla. Pero también con sorpresas. Por ejemplo, les cuento algunos detalles de las mesas en mi matri:

Cada invitado tenía su lugar asignado. Escribimos a mano y con caligrafía sus nombres en unas tarjetas que tenían dibujado un copihue (nos apuntamos a un curso para escribir los partes y los marca sitios); sobre la servilleta les dejamos una cajita con unos dulces típicos de Madrid, caramelitos con forma de violeta y que mi abuela me compraba cuando era niña; y también le dejamos un regalito en su puesto a una buena amiga que cumplía años ese mismo día.

Marcar los sitios es una tarea compleja, pues además de decidir quién va en cada mesa tienen que decidir quién se sienta al lado de quién. Se ve muy lindo, pero ¡ya les adelanto que es como hacer un puzzle! Tengo amigas que se han dado también el trabajo de escribir una carta personalizada para cada invitado y otras que les han agasajado con regalitos en cada puesto: chales para el frío, una macetita, una botellita de vino o aceite, caramelos, imanes, abanicos…

En las mesas los centros decorativos son indispensables. Claro que irán acorde con el estilo de su matri, por eso no hay reglas. Pueden utilizar espejos, flores, velas, objetos personales o que tengan un valor simbólico para los novios… Eso sí, lo fundamental es que no obstaculicen la visión ni la conversación. Es importante que las mesas se vean lindas, pero sobre todo es interesante conseguir un ambiente íntimo, integrador, en el que fluya la conversación.

Las “otras” mesas

Hay mesas en las que a veces ni siquiera pensamos, pero que, de nuevo, son detalles que marcan la diferencia:

La mesa de los niños

El catering seguramente les ofrezca un menú infantil, pero yo les propongo ir un pasito más allá. Cuando hay niños en un matri, ¡hay que entretenerlos!

Me encanta la idea de poner un mantel de papel craft con muchos lápices de colores para que dibujen sobre él. También dejarles caretas y disfraces para que sientan parte del cuento… Y algunos dulces para que disfruten.

En mi matri, que como ya les conté, teníamos temática medieval, les compramos a los pequeños libros de pintar y juguetes de princesas, guerreros y dragones ¡lo pasaron en grande!

La mesa para tus trabajadores

Esta es una opción muy personal que en mi caso decidí tomar. La idea no es ofrecerles un menú como el de los invitados ni instalar una mesa decorada, pero sí tener un detalle con el fotógrafo, el camarógrafo, el wedding planner… para que hagan un descanso en su trabajo y se sienten unos minutos a comer algo.

¿Ya saben de qué hablaremos en el próximo post? ¡Sigan atentos que aún queda mucho por organizar!