Hace ya un tiempo vemos como los muebles de exterior se han ido ganando un hueco bien interesante en la decoración de interiores. Y es que hay algunos, especialmente los de mimbre y bambú, que consiguen aportar un aire exótico, difícil de lograr con otros muebles y objetos.
La Silla Libélula es uno de estos casos. Seguro la has visto en terrazas y jardines, donde, para qué negarlo, luce espléndida.
Sus materiales naturales la convierten en un fit perfecto. También su respaldo, trabajado en forma de alas o pétalos, encaja como uno más entre plantas y flores. Por este simbolismo se la ha llegado a llamar en ocasiones también “Silla margarita” o “silla flor”.
Puede que sea menos famosa que su hermana mayor: la silla Pavo Real, sin embargo, comparte con ella el anonimato de su creador. No sabemos quién la diseñó, ni tampoco cuál fue su nombre original, aunque hay quien piensa que podría estar inspirada en uno de los modelos de la “silla Venus” o en una de las famosas creaciones de Charles Eames.
Además de su fama en exteriores, la Libélula es un gran aporte también en livings y recibidores, sobre todo si tu estilo favorito es el boho.
¿Te la imaginas dentro de casa? Aquí tienes algunas ideas para que, cuando empiece el frío, tu silla siga formando parte de la vida de tu familia. Un tip: se ve espectacular con algunos cojines, y como tiene un respaldo “que abraza” puedes usar varios, de distintos tamaños y formas.
Y ¿qué tal si te animas a instalarla en la pieza de los niños? Una auténtica joya decorativa y práctica que les encantará.
¿Y? ¿Ya te enamoraste de esta silla tanto como nosotros?
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