El dormitorio es, sin lugar a dudas, el espacio más íntimo y privado de una casa, por eso es imprescindible que se sienta acogedor, cálido y también personal.
Yo, que me esmero por ponerle cariño a cada rincón, reconozco que en la pieza pongo una atención especial. Porque, si bien me gusta tener muchos muebles y adornos en el living y la cocina, en el dormitorio prefiero quedarme con lo justo. Al fin y al cabo es un refugio de descanso, de relax, en el que uno tendría que poder sentirse seguro, a gusto y en total conexión con su yo interior.
Recomiendo siempre invertir en una buena cama, con colchón y almohadas de calidad. También me gustan los colores claros, como los blancos, la gama de los grises, los tierra y, tal vez, algún pastel. Los colores fuertes te pueden servir para acentuar con cojines y frazadas, por ejemplo.
Si, además de esto, sumas estos 4 sencillos trucos ¡éxito asegurado!
Textiles combinados
Los textiles son la clave en un dormitorio. Con un buen manejo de ellos puedes cambiarle por completo el look, con muy poco presupuesto y de un día para otro.
Además de los cojines y las fundas de plumón, que son los elementos más obvios, puedes también jugar con las frazadas, las alfombras e incluso con las cortinas.
Este año se viene con todo la idea de coordinar la gama de colores, pero alternando distintas texturas y estampados para conseguir volumen y dinamismo, ¡me encanta la idea! ¿Qué opinas tú?
Iluminación secundaria
La iluminación es fundamental en toda la casa
, pero en lugares que quieren ser íntimos y relajantes cobra una importancia mayor.
Apuesta por lamparitas de sobre mesa en tus veladores y, si quieres un toque mágico, te recomiendo que sumes guirnaldas de luces, que consiguen un efecto de cuento.
Marcos y láminas
Hay algunas fotos que, aunque te encanten, se sienten demasiado personales. Esas que te gusta ver, pero que tal vez no te apetezca tener expuestas para compartir con todo el que pase por tu living. Sin embargo, el dormitorio puede ser su lugar perfecto.
Elige dos o tres momentos importantes para ti, que tengan simbolismo y que te transmitan alegría y paz. Amplíalas y ponlas en un marco sobre una cómoda o directamente en el muro. Esas imágenes hablan de ti, de tu personalidad, y tienen tu esencia. Por eso, si además eliges alguna lámina, canvas o una obra de arte, que también tengan un valor simbólico, para acompañarlas, conseguirás un espacio muy mágico, y muy tuyo también.
Un rincón especial
Por último, si tienes unos metros extra y te cabe en tu pieza algún capricho, te recomiendo que te dediques un pequeño spot para ti. Puede ser un rinconcito de lectura, un tocador o un escritorio ¡lo que más feliz te haga!
Y es que, ya que has montado una cuevita acogedora y personal, ¡tienes que disfrutarla para algo más que dormir!
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