Cuando llega la hora de comprarse un sofá para el living, la mayoría de las personas prefiere elegir una opción de un color más tradicional: blanco, crudo, gris y negro, son una “zona segura”.
Pero ¡hay muchas más opciones! Si les gusta el color, pero tienes dudas sobre cómo aplicarlo en un mueble grande como un sofá, acá te damos algunas ideas.
Primero ¡atrévete! Un sofá de un color fuerte puede darle mucha vida a tus espacios, y se puede combinar de distintas maneras. Por ejemplo, una opción, es que el color del sofá sea el punto focal de la pieza, y el resto de los muebles sean muy clásicos y de colores claros, como blanco. Pero también se pueden jugar con distintos colores en un mismo espacio; solo hay que atreverse.
Vivan los cojines
Lo hemos dicho otras veces, pero es necesario repetirlo: los cojines son el complemento perfecto. En este caso, se puede jugar con distintos estampados y texturas, para quitarle un poco de protagonismo al sofá.
Lo que es importante es tratar de mantenerlos dentro de la misma paleta de color, para que no quede un espacio demasiado colorido (a menos que eso sea lo que quieres). Una buena idea es agregar algunos de texturas distintas, como terciopelo o piel.
Distintas texturas
Y ya que mencionamos las texturas, es un punto importante que no sirve solo para los cojines. Incorpora texturas en otros complementos, como una alfombra natural, muebles en madera y detalles metálicos. Todo eso le dará más profundidad al espacio y ayudará a crear un living con personalidad.
La magia de las plantas
Independiente del color que hayas elegido para tu sofá, las plantas siempre serán un buen complemento, porque ayudan a darle más vida y movimiento al espacio. Además, las plantas de interior están más de moda que nunca.
Puedes elegir una muy alta y ponerla en una esquina, o un par de plantas más pequeñas, que puedes poner en las mesas laterales o en un mueble cercano.
Y tú, ¿te atreves a ponerle más color a tu living?
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