Las 5 palabras que necesitas para hablar como decorador

La decoración es todo un mundo. Para algunos muy complejo, para otros un hábitat natural en el que se desenvuelven con soltura y por instinto. Pero como en casi todos los mundos en los que uno se siente ajeno, con interés te puedes integrar y moverte como pez en el agua. ¡Quién sabe! Tal vez descubres que es el lugar al que perteneces.

Si eres aficionado del diseño, o te gusta leer blogs y revistas de decoración, seguro que ya dominas el lenguaje, pero si te estás iniciando, tal vez necesites algo de ayuda. Aquí tienes cinco palabras mágicas para empezar a hablar como decorador: 

Capitoné

Empecemos por una de mis favoritas: capitoné. Suena a jerga marítima, y sin embargo es un tipo de tapizado terminado con remaches (que suelen ser grandes botones) que se hunden un poco en la tela y dejan un acabado con altos y bajos regulares. Su nombre proviene del francés “capitonner”, que significa revestir o acolchar.

El capitoné se utilizó mucho en el siglo XIX en los sofás Chéster  y hoy ha vuelto a la primera línea del interiorismo. En asientos no resulta muy cómodo, pero su estética señorial hace que nunca pase de moda. 

Y queda perfecto también en otras superficies, como respaldos, butacas o banquetas.

Chaise Longue

De nuevo una palabra de origen francés. Literalmente significa “silla larga”, y es que eso es exactamente lo que es: una butaca individual que se prolonga para que al sentarse uno pueda reposar las piernas y quedar semi acostado. 

También llamado diván, este tipo de asiento fue un elemento muy característico de las consultas de los psiquiatras y psicólogos, y es uno de los muebles más elegantes y sofisticados que uno puede colocar en su living o dormitorio.

Algunos sofás han adaptado uno de sus cuerpos y lo han convertido en chaise longue:

Kilim

Podríamos decir que los Kilim son las alfombras más antiguas del mundo. Originalmente las tejían las tribus nómadas de Asia y del Norte de África y su característica principal es que sus dibujos, generalmente geométricos, eran siempre distintos y estaban construidos sin usar ningún nudo (link a post ¿alfombra o kilim?). 

La palabra kilim, que en turco significa “manta tejida gruesa”, también hace referencia a la técnica de tejido y una de sus características es el uso de los colores sin mezcla. Cada dibujo se termina y remata con un color antes de comenzar con el siguiente. Se trata de un trabajo muy elaborado y meticuloso, que requiere de gran maestría y que resulta en magníficas piezas de arte.

Chandelier

También conocida como araña, es un tipo de lámpara de techo que tiene varios brazos y adornos colgantes, como cristales. La palabra chandelier también proviene del francés, y deriva del latín candelabrum. Las originales pretendían emular las grandes coronas de luz que alumbraban con velas las catedrales.

Los chandelier son un elemento decorativo atemporal, que siempre aporta un toque clásico y sofisticado a los espacios.

Gama / Tono

Seguramente has escuchado o leído, por ejemplo, que una pieza está decorada “en tonos tierra” o te han recomendado que utilices “la gama de los azules”. Las definiciones de estas dos palabras son bastante técnicas y un tanto complejas. En decoración no se aplican con demasiada exactitud terminológica, más bien se refieren a generalidades.

El tono es el color en sí mismo, sin mezclas. O sea, el rojo, el azul, el verde… Mientras que la gama es la escala degradada que va tomando ese color cuando le agregas distintas cantidades de negro y blanco. La gama, por así decirlo, tiene un principio (el color con más cantidad de negro) y un final (el color con más cantidad de blanco); en el medio el color va variando de más oscuro a más claro. 

Sin embargo, muchas veces en decoración utilizamos tono como sinónimo de gama y decimos cosas como por ejemplo: gama de verdes o de azules. Cuando en realidad deberíamos decir: en tono verde y su gama, o en la gama del verde. Esto incluiría, por ejemplo, el verde muy oscuro, como el verde botella, y el verde mint, mucho más claro. 

Espero que te hayan ayudado estos cinco conceptos clave. ¡Ahora tienes las primeras herramientas para empezar!