Así como cambiamos el clóset con cada temporada, es bueno también darle una vuelta a la decoración de la casa. Basta con algunos detalles para lograr una gran diferencia. Y no es solo una cosa de estilo… cuando llega el frío, y para sobrevivir al invierno, es necesario ponerle un poco más de luz, color y calidez a los espacios. ¡Así se disfrutan más!
Los materiales
Primero, hay dos materiales que, por sus colores, son perfectos para darle una onda más otoñal y cálida a la casa: el ladrillo y la madera. Como son bien protagonistas, lo ideal es combinarlos con colores luminosos, como el beige y el gris bien clarito. Así, tendrás lo mejor de dos mundos: la calidez de estos materiales y la luz necesaria para disfrutar de las largas noches de invierno.
Si en tu casa no hay ninguna pared de ladrillo, ¡no importa! Puedes tomar su color como inspiración para algún accesorio, o jugártela y empapelar todo un muro con un papel que lo imite. Y la madera, puede estar en todos lados: desde los muebles, hasta una pequeña bandeja más rústica sobre la mesa de centro, o un par de tablas en la cocina. Todo está en los detalles.
Las texturas
Y con materiales más toscos, hay que darle una vuelta con los textiles y las texturas: las alfombras son un must esta temporada, y pueden ser de muchos tipos, desde las clásicas kilim, hasta esas bien peludas y nórdicas, donde dan ganas de echarse a descansar. Además, el lino es el material ideal para el invierno, porque tiene esa elegancia de las texturas nobles, pero también es cercano y cálido, un mix difícil de lograr.
Los detalles en fibras naturales, como canastos y sillas de mimbre, también son un buen complemento, y sirven para darle esa onda más relajada a cualquier espacio. Y aunque los muebles de materiales como el ratán y el mimbre siempre se han asociado más con el exterior, ahora están cada vez más de moda para usar en el living o la salita. Así, podrás aprovecharlos todo el año.
La iluminación
Con el cambio de hora y las noches más largas, hay que buscar buenas ideas para iluminar un poco la casa… Como siempre, es necesario tener varias fuentes de luz en cada ambiente, y en esta época, mejor aún si incluyes algunas velas. Ni siquiera es necesario esperar una gran ocasión para prenderlas, puedes disfrutar de una buena película con un par de velas y te aseguramos que la onda va a ser distinta.
También puedes agregar dimmers a tus luces, para que puedas controlar bien la cantidad de luz que emiten. Es un detalle, pero hace una gran diferencia. Otra buena idea es poner algunas guirnaldas en lugares inesperados: puede ser en un espejo, adentro de un frasco, o alrededor de una repisa… ¡todo vale! El objetivo es conseguir que la luz se disperse por toda la pieza y se refleje en el techo, el suelo o la pared.
Los colores
Como ya adelantábamos, lo ideal es empezar con una paleta de colores clara, que ilumine el espacio. Después, elige un par de colores y juega con distintos detalles para crear un look coherente y armonioso. Si tienes una alfombra con muchos colores, como un kilim, puedes sacar de ahí un par de colores que se repitan en el espacio: cojines, mantas, textiles, y hasta cuadros, se verán muy bien si sigues una misma paleta.
Otra de las tendencias son los pasteles. ¿Te has fijado que ya no son solo para los niños? Ahora vienen en versiones más interesantes, que le dan vida a los espacios.
¿Ves? No es necesario cambiar toda la decoración. Solo algunos detalles por aquí y por allá y tu casa se convertirá en el refugio perfecto para disfrutar toda la temporada. Ahora, a preparar un rico chocolate caliente, prender unas velas y disfrutar de una noche de película.
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