4 razones para atreverse con un sofá de terciopelo

Uno de los protagonistas indiscutibles de la temporada ha sido el terciopelo, y ya adelanto: se va a quedar por un tiempo. Si te has atrevido a incorporarlo de a poco, tal vez en cojines, o en detalles para vestir tus mesas, seguro que te has ido enamorando de su calidez y suavidad.

Ahora que ya le perdiste el miedo a este material, que es uno de los que más fuerza, personalidad y status aporta a la decoración, te propongo que des el salto a algo más grande y protagónico: el sofá. Aquí tienes 4 razones para dar el paso, por si aún te quedan algunas dudas:

Full tendencia

Lo venimos diciendo, el terciopelo es lo más trendy esta temporada, así que hacerte con un sofá, que es probablemente el mueble más voluminoso del salón, supone sumarte a la ola “we love velvet”.

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¡Pero no te asustes!, ni creas que porque ahora es tendencia mañana puede ser un estorbo gigante en tu salón. Porque el terciopelo sobrevive al paso del tiempo y de las modas. Ahora ha renacido como tendencia, y lo cierto es que lleva décadas en nuestras decoraciones y closets. Y aunque haya etapas en las que ha brillado con menos fuerza, siempre se ha mantenido como pieza elegante y distinguida. Una de esas de las que siempre cuesta desprenderse.

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Podríamos decir que es un clásico que se ha puesto de moda, por eso, lo mires por donde lo mires ¡es una buena idea!

Protagonista absoluto

Elegir el sofá siempre es difícil, todo depende de tus gustos y, sobre todo, de la composición y las dinámicas de tu familia. Puedes elegir uno neutro y básico, que tome la personalidad del conjunto del espacio, pero también puede ser el foco de tu decoración, la estrella de tu living. Está claro que un sofá de terciopelo encaja en la opción dos.

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Si ya tienes un sofá puede elegir uno de terciopelo como secundario o, si tienes poco espacio, poner el énfasis con una linda poltrona.

Se adapta a cualquier estilo

Aunque sea un innegable foco de atención, un sofá de terciopelo es también muy versátil y encaja en cualquier estilo. En su época dorada solíamos verlos en decoraciones clásicas y muy refinadas, pero hoy han conseguido adaptarse a estilos más livianos, como el boho, e incluso el minimal.

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Todo depende de la forma y la estructura del sofá. Los colores también ayudan a definirse. Por lo general los oscuros, como el negro, el verde botella o el burdeos son más sobrios y serios, mientras los claros, como gris, o los llamativos, como el mostaza son más juguetones y desenfadados.

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Ten en cuenta también que en sofás, como en todo, los cojines pueden ser la clave definitiva para conseguir un look u otro.

Para todos los presupuestos

Durante mucho tiempo el terciopelo ha tenido fama de caro, y es que antiguamente era difícil de fabricar y las materias primas para elaborarlo eran muy costosas. Hoy encontramos terciopelos para todos los bolsillos. La diferencia fundamental es el material del que están hechos. Así, la gama varía entre los terciopelos de seda, lino o algodón hasta los de fibras sintéticas de poliéster.