En un mundo hiper conectado y globalizado, en el que no es extraño encontrar un living de estilo nórdico en Australia y una pieza full tropical en Rusia, parece obvio pensar que cada vez más nuestros hogares acaban siendo una mezcla de nuestras pasiones, tradiciones y cotidianeidad.

kinship gral

COJINES | HOMY

Esa fusión, que une y reagrupa, ha tomado ya un nombre en decoración: Kinship. No es un estilo o una tendencia, sino más bien es el reflejo más espontáneo de la generación Millennial, los nuevos nómadas, que invierten su plata y su esfuerzo en comprar vivencias y emociones en forma de viajes, pero que han vuelto a sentir ese apego por la naturaleza y que conservan como tesoros las piezas vintage que han heredado de sus abuelos.

kinship alfombra

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El Kinship, que es la voz inglesa para referirse a los parientes o al círculo más íntimo de una persona, hereda de su definición ese apego a lo que tiene un vínculo estrecho con nosotros, por eso conjuga pasado, presente – a veces incluso futuro- en un mismo espacio. Pero es también una celebración de la diversidad global, y ese rasgo hace que además se conjunten piezas de distintos orígenes culturales. 

Y de esta fantasía, de esta lluvia de experiencias, nacen espacios plurales, tremendamente personales y únicos, en los que cada detalle cuenta una historia y cada objeto tiene un por qué. Desde los recuerdos de viajes a lugares recónditos hasta la silla que rescataste de algún persa, pasando por aquella mesita que te enamoró en Homy y la vajilla que cuenta más de cien años y heredaste de tu abuelita.

kinship adornos

Foto: Ana Serrano

Es una forma abierta y relajada de acercarse a la decoración.  La única norma (no escrita) es conseguir darle un enfoque algo renovado a la tradición. Aquí la clave está en la fusión, por eso uno de los estilos en los que se ve muy claramente su influjo es en el boho.

Los colores propios del Kinship abarcan un amplio abanico que representa las culturas del mundo. Desde los frescos y apasionados, brillantes y vibrantes pigmentos muy saturados de las culturas andinas, hasta los tonos tostados al sol del Mediterráneo. 

kinship living

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Ocurre lo mismo con las texturas y con las líneas de diseño, que combinan los meticulosos labrados orientales con líneas simples y sencillas del nórdico. En el Kinship se encuentran entonces los canastos y las alfombras toscas con jarrones cerámicos o tallas de madera algo más refinadas y de toque exótico.

El bambú, la rafia y las maderas seguro estarán presentes, también las cerámicas, gredas o incluso el papel, porque quien viaja sabe que el recuerdo más representativo y auténtico de un país o una región surge seguramente de un material autóctono tratado por las manos de un artesano local.

kinship marcos

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Al final, se trata de juntar tus recuerdos de vida y darles sentido. Es como montar un museo personal, que hable de tus experiencias sin tener que desplegar un álbum de fotos.