Si por primera vez te has visto con la responsabilidad de amoblar y dar vida a un departamento, o si sientes que sencillamente la decoración (de momento) no es lo tuyo, es probable que tengas algunas dudas e inquietudes. Pero ¡calma! ¡Que no cunda el pánico! Conseguir espacios acogedores y una casa personal no es tan complicado como puede parecer.
Siempre digo que en decoración no existen verdades absolutas ni reglas irrompibles. Pero también es cierto que hay algunas fórmulas que el tiempo ha probado infalibles y algunas normas básicas que ayudan a mantener el equilibrio y la armonía, incluso si no sabes nada de nada sobre interiorismo. Hoy quiero compartirte mis 5 básicos clásicos, con los que no te vas a equivocar. Digamos que son la apuesta segura en caso de duda:
Sí, la cama y el sofá son “los muebles más importantes de la casa”
Seguro que has escuchado esto alguna vez y te aseguro que son los dos muebles en los que conviene invertir. Pero ¿por qué éstos y no otros? Pues para mí la respuesta es simple: porque la cama y el sofá garantizan tu descanso y comodidad y eso, al final del día, es lo que hace que te apetezca llegar a casa.
Pero es que además son muebles que no cambias cada temporada. O sea, que te van a acompañar por años. Así que ya sabes, si tienes presupuesto reducido, dedícale una buena parte a tu cama y tu sofá: ¡no te vas a arrepentir!
Los cojines son la forma más económica de renovar un espacio
Hay veces que nos aburrimos de un espacio, pero no tenemos el presupuesto o las ganas de hacer un cambio total. La respuesta gira siempre en torno a los cojines… Aunque también se puede ampliar a los textiles en general.
Y es que con un juego nuevo de cojines, una alfombra diferente y unas frazadas de otro color o textura, tu pieza o living darán un cambio radical. Si no lo has probado aún, dale una oportunidad.
Con colores neutros juegas sobre seguro
Tal vez te pueda parecer aburrido que todos tus muros sean blancos y tus muebles de madera, pero te aseguro que son el lienzo infalible sobre el que montar cualquier decoración.
Así que si te estás iniciando en la decoración, o no te sientes aún muy seguro de arriesgarte, empieza con una base neutra y sobre ella ve aplicando colores y texturas un poco más atrevidas. Ir de menos a más te dará confianza e irás viendo los resultados progresivamente.
Di NO a los muros vacíos
Por muy minimalista que uno sea, los muros completamente vacíos dan por lo general una terrible sensación de soledad y hacen que los espacios se sientan inacabados, como si de pronto te hubiera dado lata colgar ese cuadro o instalar ese espejo. Así que dile ¡NO! a los muros solitarios.
Tampoco es necesario que te lances con un complejo mural o una composición de cuadros y objetos, pero con un espejo, por ejemplo, no te equivocas.
La iluminación es la clave
Muchas veces nos esforzamos mucho en elegir los muebles y en seleccionar los adornos, pero nos olvidamos de una de las cosas más importantes… ¡La luz!
Si tienes luz natural, poténciala al máximo. Si no, busca una iluminación artificial que avive los espacios. Es la clave para que todo lo demás luzca, sobre todo, y aunque suene obvio, cuando oscurece.
Para mí, por ejemplo, es indispensable que en el living, sea del tamaño que sea, haya al menos tres puntos de luz: la de techo, una de pie y una de mesa. Las lámparas secundarias ayudan a crear ambientes y espacios acogedores, así que aprovéchalas y dales importancia.
Con estas cinco pautas ya tienes lo básico para empezar, así es que fuera miedos y ¡manos a la obra!
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