Es probable que ya tengas tu lista de propósitos para 2018… y, además de los habituales y recurrentes “ir más al gym”, “dejar el tabaco” o “salir a trotar”, ¿qué te parece hacer también un checklist de buenos propósitos para tu hogar?
La idea es aprovechar el impulso del año para plantearnos pequeños cambios que tenemos en mente hace tiempo, pero que vamos dejando pasar. Esos que dan pereza, para los que siempre buscamos (y encontramos) excusas, pero que, en el fondo, solo requieren fijar día y hora y ponerse manos a la obra.
Te aseguro que con muy poco esfuerzo se consiguen resultados increíbles. Así que, si estás animado, aquí te propongo 5 pequeños grandes cambios para darle la vuelta a tu casa en los 11 meses que siguen a enero.
1.- Deshacerte de cosas
Reconozcámoslo: todos acumulamos de más. A veces nos da pena tirar las cosas, otras, creemos que podemos re-enamorarnos de algún objeto si lo guardamos por un tiempo. Pero, la mayor parte de las veces, es porque ni siquiera nos damos cuenta de cómo se nos van llenando los cajones y armarios.
Aprovecha el final del año para hacer una limpieza a fondo de ropa, adornos y productos de baño. Recicla, dona y tira para hacer sitio y despejar. ¡Verás como te sientes más liberado y la energía fluye de otra forma!
2.- Mantener el orden
Después de ese primer paso, parece lógico que el siguiente es ordenar. Siempre pienso que lo más fácil es tener un sitio para cada cosa. Así, aunque suene redundante y obvio, cada cosa podrá volver a su sitio después de usarla.
Un buen propósito para el año nuevo puede ser intentar ser más ordenado en el día a día. Una buena idea es ayudarte con muebles y complementos funcionales, como modulares para la pieza de los niños, o cajas y canastos en el living y el baño, por ejemplo. Aprovecha el vuelo y busca soluciones prácticas que te alivianen la tarea de ordenar a diario, así no tendrás que pegarte esos maratones agotadores y que dan tanta pereza cuando ya no queda más remedio.
3.- Renovar muebles viejos (que no antiguos) o gastados
Cuando uno es más joven o empieza a montar un departamento desde cero y tiene prisa, suele comprar algunos muebles “por mientras”. Algunos de ellos acaban convirtiéndose en parte del paisaje de nuestra casa, pero si los compraste para salvar, ya es tiempo de ir dejando paso a otros que de verdad necesitas o te gustan más. Han cumplido su función así que aprovecha el año nuevo para, como dice la experta japonesa en orden Marie Kondo, agradecerles por sus servicios y despedirte.
Cámbialos por otros que tengan más sentido para ti ahora, que encajen mejor con tu decoración o que sientas que pueden acompañarte durante más tiempo.
4.- Atreverte con algo que te guste, pero te asuste
Puede ser un color, un estilo o un mueble grande o llamativo. Atrévete con un cambio que te apetezca: pinta o empapela ese muro aburrido y sin vida, cuelga en un macro collage esas fotos que tienes sin imprimir de tus últimos viajes, renueva el baño de visitas pintando los azulejos, o dale la vuelta al look de tu recibidor.
Sea lo que sea, si llevas tiempo con la idea dando vueltas en tu cabeza ¡atrévete en 2018!
5.- Re-estructurar los patrones de luz
Hay quienes encuentran complicado iluminar su casa y, aunque entienden que es fundamental para potenciar la decoración y hacerla acogedora, simplemente no tienen claro cómo conseguirlo.
Aquí tienes un ejemplo que reúne unas líneas básicas con las que puedes conseguir resultados de forma rápida y eficiente: en tu living, deberías tener:
- la luz principal, que es la de la lámpara del cielo.
- una o dos luces orientadas, que pueden ser, por ejemplo, una lámpara de pie para un punto de lectura, y un foco para destacar un cuadro.
- varias luces más pequeñas de relleno, como lamparitas de sobre mesa o guirnaldas de luces, que te ayudan darle vida a esos rincones oscuros, y son las que finalmente completan y diferencian los ambientes.
Así que, si te falta alguno de estos tres puntos, ya sabes por dónde empezar. ¡Que se haga la luz!
Éstos son solo 5 propósitos para este 2018 que arranca, pero el año es largo y da para muchos más: tener la terraza prevista antes de que llegue el calor, conseguir que tus plantas sobrevivan, renovar tus sabanas y toallas, darte un capricho decorativo o encontrar un espacio para tus hobbies… ¡tu imaginación y tus ilusiones son el límite!
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