La decoración es mágica. Porque realmente se puede transformar una pieza con pocos elementos. Imagina un escritorio básico, sin muchos elementos. Solo la mesa, la silla y un par de repisas. Es como un canvas en blanco, listo para llenarse de estilo. Todo depende de quién lo use.
Y es que con un par de elementos puedes cambiar todo el look de la habitación. Manteniendo los muebles principales, únicamente cambias algunos cuadros y decoración, y puedes crear un espacio muy femenino, o uno más bien masculino.
Y aunque a primera impresión pueda parecer que decorar según género implica excluír al otro, la verdad es que el objetivo es otro. En vez de buscar algo extremo, buscamos incorporar algunas características asociadas a lo que generalmente catalogamos como femenino o masculino, manteniendo el espacio cómodo para todos.
Fíjate en este ejemplo:
Muy moderno, en este espacio se nota un juego entre los blancos y negros, además de la madera natural. Los detalles son simples, pero entregan un ambiente un poco más masculino, ya que se ve sobrio y elegante, pero duro.
Por otro lado, este es el mismo escritorio, pero diseñado para una energía mucho más suave y delicada:
Las diferencias son pocas, pero cambian todo el escritorio. Flores en vez de plantas verdes. Un jarrón rosa, muy llamativo y detalles como lapiceros, que realmente le dan una personalidad femenina al espacio.
Si a eso le agregas los toques dorados y de blanco (en la lámpara y los jarrones en la estantería), te darás cuenta cómo se ilumina todo.
¿Cómo lograrlo?
Es muy fácil. Como te contábamos, el clave está en los detalles:
1. Parte con una pieza neutra. Escoge muebles que no sean tan llamativos. Siempre cool, pero sin resaltar por sus formas o colores.
2. Prefiere un estilo simple, lo nórdico es perfecto a la hora de decorar, porque es minimalista y flexible a la hora de hacer cambios como éste, de masculino a femenino (o viceversa).
3. Ciertas partes de la decoración serán neutrales, porque se ven bien siempre y no pueden ser catalogadas dentro de lo que es “femenino” o “masculino”. Considéralos como elementos comodines, que puedes usar indiscriminadamente.
¿Qué hace que una decoración sea femenina?
Además de lo obvio (el rosado), fíjate en que hay más brillo en la pieza, los colores son suaves, hay flores, tonos y terminaciones doradas, así como pequeños elementos decorativos con tonos y patrones delicados. En conjunto, nos llevan a catalogar el espacio como algo que se asocia a lo femenino.
¿Qué elementos hay que usar para lograr una decoración masculina?
Primero que todo, elige colores más bien oscuros, texturas que recuerden al cuero y otros elementos naturales y nobles. Las líneas rectas (en el macetero, cuadros y otros detalles) habla de simplicidad y estilo.
Y tú ¿cambiarías el estilo de tus espacios con detalles como éstos?
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