El gris, ese color que hace unos años nos decía más bien poco en decoración, pero que con el auge del estilo nórdico se ha colado en nuestras casas, y parece que va a quedarse.
1-Seccional Elba 2-Set de 3 piezas cerámica 3-Alfombra Patagonia 4-Ottoman colton 5-Silla apilable metal 6-Juego de vajilla 30 piezas 2 tonos gris 7-Sillón vivaldi 8-Lámpara de pie 1 luz gris 9-Quilt Stone washed gris 1,5 plazas
Y es que el gris, aunque pueda parecer frío y poco expresivo, es un color elegante, que aporta equilibrio y cuya mejor virtud es que admite un sinfín de combinaciones cromáticas. Entre el blanco y el negro, el gris es la definición por excelencia de la neutralidad, sin embargo, ¡ojo! Porque su paleta es extensísima y, cargando la balanza hacia negro o hacia el blanco, podemos conseguir ambientes con mucho carácter, bien dramáticos o más sofisticados.
¿Dónde lo utilizo?
Precisamente por esa gran paleta de tonalidades, el gris encaja perfecto en cualquier espacio de la casa. Los tonos más claros, que potencian la luminosidad y transmiten sosiego, son ideales para dormitorios y baños. No hace falta que apliques el gris en los muebles predominantes, basta con que le des el toque con algunos complementos.
Las gamas más oscuras, como el gris plomo o el marengo son una herramienta ideal para poner acentos decorativos en un living. Por ejemplo, ¿qué tal si pintas uno de los muros de tu salita? El contraste con los muros blancos (o de tonos más claros) te ayudará a crear un ambiente espectacular y bien moderno.
Los tonos intermedios combinan muy bien con colores vivos o con la gama de los pasteles. Todo depende del efecto que quieras conseguir, pero, por ejemplo, en la pieza de un bebé, puedes optar por un gris topo o intermedio, si es que quieres huir de los típicos rosa y azul.
Los mejores partners
Al ser un color neutro es bien fácil de combinar y tiene cabida en todos los estilos: desde el boho hasta el clásico, reinando eso sí en el minimalismo y los espacios de estilo nórdico.
También puedes inventar una decoración basada en distintas gamas de grises. Es un poco más arriesgado, pero el efecto es impactante y muy elegante. Eso sí, intenta que los grises estén bien equilibrados y no te olvides de darle el toque de brillo, que puedes conseguir introduciendo superficies metalizadas. El plateado queda perfecto, o tal vez te decidas por el cobre, que está de moda ¿te atreves?
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