Diario de una novia 8: la clave está en los detalles

¿A cuántos matris vas cada año? Probablemente a varios… Y es que hay una edad en la que, de pronto, todos tus amigos comienzan a casarse. También están las bodas de la familia, de los compañeros de trabajo o aquellas en las que vas como acompañante. Seguramente tienen una estructura similar, un menú parecido y hasta decoración comparable.

Lo que hace que un matri sea único y memorable son los detalles, esa suma de “algos” que consigue que tu gran día quede grabado en la memoria de tus invitados, convirtiéndolo en una noche especial para todos.

Esos detalles no tienen por qué ser muy elaborados, tampoco grandes sorpresas que requieran un gran presupuesto o un montaje complejo. Son más bien sutilezas, pequeñas cositas que van sumando y que, puestas en conjunto, hacen que el global se sienta mágico y, sobre todo, personal. Por ejemplo:

Un toque coctelero para el aperitivo

Lo habitual es que durante el cóctel previo a la comida se ofrezcan unas bebidas y unos aperitivos a los invitados ¿Qué tal si ahí le ponemos un poco de color?

Puede ser con una barra de sour o de mojitos con un barman que los prepare en el acto. Si eres más de cervezas, me encanta la idea de presentar los botellines en cubetas de zinc llenos de hielo picado, para que estén bien heladas.

Y, para que haya del gusto de todos, también puedes incluir una mesa de jugos o aguas con frutas en dispensadores de vidrio.

Mesa de dulces… y ¡candy bar!

Aunque hayamos comido mucho durante toda la celebración, siempre queda un huequito para el dulce, y es que, como dice una amiga mía, “el postre no va a la guatita, sino directo al corazón”.

Si quieres variar un poco la típica mesa de postres, con tortas, versiones mini de tiramisú y cheescake, o la quieres complementar, te propongo montar un stand de caramelos tipo candy bar, con gomitas, chicles, chupa chups y piruletas.

Solo necesitas unos lindos frascos de distintas formas y tamaños para que la composición gane fuerza. Te recomiendo que los busques de vidrio y decores con flores y espejos, para que se vea más elegante y no parezca mesa de cumpleaños.

Y para conseguir un giro completo ¿qué tal una onda más gringa? Unos paneles con donas, unas bolsitas de papel kraft con palomitas, unos bandejones con galletones… ¡Espectacular!

Otro mini detalle es dejar en la barra unos cuencos con frutos secos, para que tus invitados vayan picando mientras esperan a que les sirvan su copa.

Decora el baño

Puede que tu catering te ofrezca este servicio, o incluso el propio lugar de celebraciones, pero si no lo hacen, dedícale un tiempo a pensar en darle un poco de onda al baño.

Puede parecer absurdo, pero, si lo piensas, seguro todos tus invitados van a pasar por allí en algún momento de la celebración y, la verdad, no suelen ser espacios muy acogedores.

Tampoco hace falta volverse loco, solo hay que personalizarlo un poco para que no parezca un baño de discoteca. Basta un jarrón con unas flores frescas, unas toallas de mano lindas y unos cestitos con materiales (especialmente en el baño de las chicas), como laca, horquillas de pelo, desodorante, tampones, un set pequeño de costura y unas mentitas.

Regalitos para tus invitados

Aquí te puedes complicar en el grado que quieras… Desde miniaturas de perfumes hasta botellita de vino o de aceite. Suele ser un gran acierto dejar chales o frazaditas si es que se prevé que haga frío en algún momento durante a celebración, y también las que nos atrevemos con tacos altos agradecemos mucho el detalle de ofrecer chinitas o chanclas, para cuando ya uno no da más con los pies pero quiere seguir bailando.

A mi me gusta mucho cuando los novios se preocupan por entregar algún detalle relacionado con la temática del matri, como una suculenta, un mapa con coordenadas, un libro, un cuaderno decorado… Es un toque imaginativo que seguro marcará la diferencia.

Una alternativa a lanzar el ramo (también para los chicos)

Parece que esto ya lo vienen haciendo algunos novios, y la primera vez que lo vi ¡me encantó! Es una forma más entretenida de entregar el ramo de la novia y consiste en agarrar un montón de cintas de colores al ramo, dejando a la novia en el centro, sujetándolo y haciendo que cada mujer agarre una de las cintas. Después, al ritmo de una canción, la novia va cortando una a una las cintas mientras sus amigas bailan alrededor. Se queda el ramo la que sostiene la última cinta.

Para los hombres hay una versión del tradicional lanzamiento de ramo, que sustituye las flores por una caja vacía de licor. El que agarra la caja se queda con la botella. ¡Igual entretenido!

Éstas son solo algunas ideas, pero si le das una vuelta seguro se te ocurren muchas más para conseguir que tu matri sea verdaderamente inolvidable.