Ésta es una de esas cosas que uno ve y piensa: “¿Cómo a nadie se le ocurrió antes?” Si no te los has topado aún, te aviso: los maceteros con patitas se vienen con todo.
En realidad ¡es más que lógico! porque llevamos años instalando maceteros en repisas, mesitas y taburetes, pero ¿cómo no habíamos visto la genialidad de integrarles unas patas?
Y si no las tiene integradas… ¡se las puedes poner! Es como calzarle tacos a tus maceteros, para que se vean más esbeltos y atractivos. Mis favoritas son las estructuras metálicas de inspiración geométrica y que recuerdan a las patas de las clásicas sillas Eames.
Aunque también –igual que con los zapatos femeninos– son tendencia las alzas de madera.
Los maceteros con patitas tienen personalidad propia y se ganan el protagonismo en cualquier espacio de la casa, desde el baño hasta el living, aunque reconozco que son mi debilidad en recibidores.
Tienen varias ventajas, pero las fundamental es que son muy versátiles, por lo que quedan perfectos en cualquier tipo de look. Así, puedes elegir el que mejor se adapte a tu estilo: más clásico, nórdico, rústico, minimalista…
Al poner tus plantas en alto, les das un lugar prioritario y también las colocas al nivel de otros muebles y adornos que de entrada tienen mayor envergadura, como
jarrones, estanterías o espejos. Y ¡una ventaja más! Tus pisos serán mucho más fáciles de limpiar que si tus maceteros están apoyados directamente en el piso.
Súmate a la tendencia y ¡eleva tus maceteros!
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