Hay algunos espacios de la casa que piden a gritos una planta. En esos casos llega a resultar sencillo y evidente lograrlo, porque el propio espacio te lo indica, casi con señales luminosas “macetero aquí”.
Pero hay otros rincones, de esos que comúnmente llamamos “espacios muertos” (qué fea expresión ¿cierto?), que quedan como olvidados, con poca onda. Según mi experiencia, suelen ser lugares de paso o espacios en los que uno no se detiene mucho tiempo. Y tal vez por eso no les hemos dado la oportunidad de decirnos que, una planta ahí instalada, cambiaría por completo el look. Imagina, por ejemplo, el espacio de la siguiente fotografía sin la planta colgante ¡Seguro que no se vería igual!:
Si das una vuelta por tu casa y empiezas a fijarte y a “escuchar” a tu decoración, es muy probable que encuentres esquinas, rincones o espacios vacíos que bien podrían acoger una, dos, tres o cuatro macetas.
Grandes o chicas, más o menos frondosas, con o sin flor, plantas y maceteros son el elemento perfecto para completar librerías y mesones, o darle un poco más de alegría a ese arrimo que pusiste en el pasillo para poner tu luz auxiliar.
Por ejemplo, en ese espacio entre el mueble y el marco de la puerta.
En ese extraño hueco que a veces queda entre el sofá y el muro.
O entre dos muebles que no quedarían tan bien muy juntos.
Si tu living se siente un poco frío y demasiado minimalista.
Las plantas quedan perfectas junto a las ventanas y te ayudarán a vestirlas sin usar cortinas. También son una muy buena opción si la disposición de los muros y columnas te dificulta poner muebles.
Son ideales para no dejar vacío un espacio complicado de amoblar.
Si tienes un muro muy grande, unas plantas puestas en distintas alturas te ayudarán a darle dinamismo, para que no se sienta tan frío y plano.
Éstas son solo algunas ideas, pero seguro que tú encuentras otros spots interesantes. Recuerda que las plantas y maceteros complementan y dan vida y alegría.
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