Siempre me ha gustado el negro. Como concepto y como color. Tiene fama de elegante y sobrio, aunque para mí es uno de los colores más versátiles y camaleónicos que hay.
Es un clásico, básico en moda, pero parece que en decoración cuesta incluirlo, y es más un color de tendencia que un must. Entiendo el porqué. No es, de entrada, el color más fácil de aplicar y, además, le rodean algunos mitos, como que achica los espacios, o que los hace ver tenebrosos y tristes.
Convengamos que no es un color para todas las personas, espacios, familias o gustos. Sin embargo, aplicándolo de forma consciente y en los lugares adecuados, se pueden conseguir resultados inigualables. Al final, su carácter lo define el contexto en el que aparezca, por eso puede pasar de moderno y atrevido en looks industriales y urbanos, hasta minimalista y lujoso en ambientes glamurosos con aires algo más refinados y sofisticados.
Protagonista
¿Te atreves a tirarte a la piscina y darle full protagonismo al negro?
Cuando el negro es protagonista lo vemos en muebles grandes, como el sofá y las alfombras, o aplicado en alguno de los muros de la pieza. Recuerda que esta apuesta siempre es más segura en espacios que reciban mucha luz natural o que sean amplios.
Complementa con detalles en negro para darle fuerza y protagonismo y, sobre todo, incluye un buen esquema de iluminación, con varios puntos de luces secundarias.
Equilibrado
Si buscas un resultado más poético y sutil, reduce un poco la dosis de negro y equilíbrala con otros colores. La combinación infalible y atemporal sigue siendo el binomio blanco/negro, especialmente en looks con un toque minimalista, étnico o mediterráneo.
Atrévete a incluir el negro en la pieza de los niños, ¡es full tendencia! Puedes inspirarte en los looks nórdicos de líneas sencillas en los que la funcionalidad es prioritaria.
Al detalle
También puedes imprimir el sello característico del negro sin recargar, aplicándolo en pequeñas dosis. Me encanta para sorprender en un baño, especialmente si es el de visitas.
Pero, en realidad, encaja en cualquier rincón de la casa – desde las estructuras metálicas que vienen con todo en lámparas, mesas, librerías y patas de sillas, hasta el print de cojines y textiles e, incluso, como apuesta para decorar una mesa.
Lo que está claro es que en decoración el negro nunca pasa desapercibido, nunca es aburrido. La clave está en la dosis, por eso te invito a perderle el miedo ¡yo esta temporada estoy apostando por el negro!
Comentarios