La adolescencia es una etapa que implica cambios y la búsqueda de un estilo propio. Esto se refleja tanto en la personalidad, como en todo lo que rodea a los jóvenes, incluyendo su dormitorio. Pasar de ser un niño a un adulto es una transición, y hoy te quiero mostrar cómo hacerlo más simple, a través de la decoración de su espacio.
Colores
Una vez superada la etapa del rosado o celeste, tonos que son más cercanos a la etapa infantil, buscará nuevos colores que lo/a representen. Este cambio se puede lograr tanto pintando los muros como agregando destellos de color en la ropa de cama, alfombras o cuadros.
Inspiración y creatividad
Es tiempo de echar a volar la imaginación. La adolescencia es una etapa de búsqueda, cambios y libertad. Por eso, destina un espacio a este propósito. Puede ser una pizarra con recortes, un muro con fotografías, dibujos en la puerta… ¿por qué no?
Cada cosa en su lugar
La adolescencia se caracteriza por el desorden, por eso, coloca elementos adecuados para tu hijo/a tenga un lugar para poner cada cosa. Cajoneras, repisas, cajas organizadoras, poufs con espacio para almacenar, son solo algunos ejemplos. ¡Hasta se los puedes etiquetar para que no se pierda!
Toques divertidos y muros con personalidad
Agrega toques juveniles en los muros con fotografías, cuadros o canvas con diseños actuales y coloridos. Complementa con objetos de diseño que conserven esa parte divertida, pero que también reflejen el cambio hacia una etapa más adulta.
Destina un espacio para el estudio
No te olvides de asignar un espacio para el estudio y trabajo. Puedes incorporar un pequeño escritorio con todo lo necesario: un silla cómoda, iluminación adecuada y organizadores.
Identidad
Recuerda que la decoración va de la mano con la personalidad y gustos de tus hijos. Definan juntos algunos temas que sean de su interés, como la música, el cine, los deportes, la danza, etc. e intégrenlos en la pieza.
¿Te gustaron estas ideas?
¡Espero que sí!
Cony
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