Dicen que da buena suerte llevar algo azul escondido en el vestido cuando te casas. Debe ser por su significado y energía, ya que el azul se asocia con los sentimientos duraderos y profundos. Según los psicólogos, inconscientemente, nos recuerda al mar y al cielo, por eso para muchos es el color de lo eterno y lo infinito.
Aunque hoy el azul se identifica más con lo masculino, durante muchos años fue el color de las mujeres. El azul, apacible y suave, incluso en sus tonos más oscuros, inspira confianza y neutralidad. De hecho, hay estudios que dicen que es el color favorito de la mayoría de las personas.
Utilizado en casa transmite frescura y ayuda a crear espacios de relax y concentración, lo que hace que sea el color primario más utilizado en decoración. El azul pega con casi todo y con un par de consejos seguro que consigues sacarle el máximo partido.
Combinaciones ganadoras
Fíjate sobre todo en los tonos. El azul tiene una gama de más de 100, pero puedes dividirlos muy fácilmente: Los azules de la gama clara, que quedan perfectos con los marrones y toda la línea de los tierras. El resultado son espacios clásicos, finos y elegantes.
Y los azules de la gama oscura, que son el partner perfecto del blanco, para un estilo Navy, por ejemplo…
Los azules más oscuros también funcionan bien con colores más brillantes, como el amarillo y el rosado. ¡Una combinación perfecta para exteriores! Pero si lo que buscas es un aire un poco más masculino, no dudes en combinarlos con otros colores opacos, como el negro o el gris. Es una apuesta atrevida y dura, pero que bien ejecutada resulta en un look muy moderno e industrial.
¿Dónde uso el azul y dónde no?
Hay dos escenarios en los que el azul siempre triunfa: el baño y el dormitorio. Son espacios muy personales e íntimos, en los que ayuda a crear la atmósfera de tranquilidad y reposo que no se consigue con otros colores más vivos.
El azul es el color del elemento agua, por eso es el match perfecto para el baño. Puedes elegir toallas y adornos azules para decorarlo, eso sí, intenta que sean del mismo tono para que el resultado no sea muy estridente y abrumador. Si tienes pensado hacer una reforma también puedes darle color al porcelanato. ¡Mucho más atrevido!
El segundo espacio perfecto para el azul es el dormitorio, ya que por su poder relajante facilita el sueño. También, si utilizas tonos claros y lo combinas con blanco, te ayudará a que la pieza parezca más grande y espaciosa.
Sin embargo hay otros espacios de la casa en los que es menos habitual encontrar decoraciones en azul, como el comedor o la cocina. Algunos expertos aseguran que, al ser un color frío y poco asociado a los alimentos, nuestro subconsciente hace que se nos quiten las ganas de comer.
Al contrario de lo que ocurre con otros colores como los verdes, los rojos o los naranjas. Sin embargo eso no significa que no se puedan decorar cocinas y comedores en azul. Aquí tienes dos ejemplos perfectos de que en decoración no hay normas escritas y de que lo más importante es el equilibrio y el buen gusto.
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