¿Alguna vez has sentido que, a pesar de tus mejores esfuerzos, tu casa nunca parece estar totalmente decorada? Si te identificas con esta sensación, entonces podrías estar experimentando el síndrome de la casa incompleta.
Este fenómeno es más común de lo que parece, sobre todo cuando las redes sociales nos muestran nuevas tendencias y casas muy bien diseñadas, haciendo que aumente la presión por alcanzar la "casa perfecta".
En este post te contaremos qué es este síndrome y cómo puedes enfrentarlo para empezar a disfrutar de tu hogar tal como es.
¿Qué es el síndrome de la casa incompleta?
El síndrome de la casa incompleta se refiere a la sensación persistente de que, a pesar de todos tus esfuerzos decorativos, tu casa nunca está terminada. Siempre parece faltar algo: un mueble, un accesorio decorativo o un toque final.
Esta inquietud puede llevarte a hacer cambios en tu decoración que al final no te gustan, o sentir que tu hogar no está a la altura de tus expectativas.
¿Te suena familiar? Algunas señales de que podrías estar experimentando este síndrome son:
- Sentir que siempre falta algo para que la casa esté perfecta.
- Comprar de manera compulsiva adornos y muebles.
- Cambiar continuamente la disposición de los muebles.
- Comparar tu casa con lo que ves en redes sociales.
¿Qué causa el síndrome de la casa incompleta?
El síndrome de la casa incompleta puede tener varias causas. Una de las más comunes es la influencia de las redes sociales, donde vemos fotos y videos de espacios decorados a la perfección.
Además, la constante evolución de las tendencias de diseño hace que lo que ayer nos parecía perfecto, hoy ya no lo sea.
Esto genera una expectativa poco realista sobre lo que debe ser un hogar ideal.
Tips para enfrentar esta sensación
Si te identificas con lo que te hemos estado contando, ¡no te preocupes! Hay formas de enfrentar el síndrome de la casa incompleta y acá te las compartimos:
1. Cambia tu perspectiva
En lugar de enfocarte en lo que falta, cambia tu enfoque hacia lo que ya tienes. Observa los elementos de tu casa que te hacen sentir feliz.
Hacer una lista de las cosas que más te gustan de tu casa o departamento, te ayudará a valorar lo que has conseguido.
Un hogar no tiene que ser perfecto para ser acogedor y funcional.
2. Confía en el proceso:
Tu casa es un reflejo de tu vida, y al igual que tú, está en constante evolución. No tiene por qué estar terminada en un período corto de tiempo.
Permítete disfrutar del proceso de decorar poco a poco, sin apresurarte. Empieza escogiendo un color de pared que te haga sentir bien, luego algún mueble que además de cómodo sea funcional, y anda sumando detalles decorativos en el camino.
3. Deja de compararte:
Es fácil caer en la trampa de comparar tu hogar con los que ves en redes sociales, sin embargo, es importante recordar que esas fotos tan perfectas no representan la vida cotidiana.
Si seguir ese tipo de cuentas te causa ansiedad, entonces deja de seguirlas. Prefiere aquellas que promuevan la autenticidad y el bienestar en los espacios.
4. ¿Definiste tu estilo deco?
Una de las principales razones por las que muchas personas sienten que su casa nunca está lista, es porque están siguiendo demasiadas tendencias o estilos decorativos.
En lugar de perseguir la última moda, define un estilo que realmente te guste y que se adapte a ti.
5. Adáptate a tu presupuesto:
A veces, la sensación de que falta algo en casa proviene de no tener el presupuesto para hacer grandes cambios.
Acepta que es normal decorar en etapas y hacer pequeñas inversiones a lo largo de los años.
En lugar de hacer varias compras pequeñas por impulso, planifica y prioriza los cambios que deseas hacer a largo plazo.
6. Enfócate en tu bienestar:
Recuerda que el objetivo final de la decoración es que tu hogar sea un lugar donde te sientas bien.
Más allá de los muebles y objetos decorativos, lo que importa es que tu casa te haga sentir cómoda, relajada y feliz.
Ayúdate con elementos que mejoren tu bienestar, como plantas, buena iluminación y espacios de descanso, en lugar de acumular objetos que solo sigan tendencias pasajeras.
7. Una pausa para admirar y celebrar lo conseguido:
Si sientes la necesidad constante de hacer cambios, tómate un tiempo para hacer una pausa. Date el tiempo de apreciar tus espacios y tomar decisiones planificadas hacia el futuro.
¡Aprende a disfrutar el proceso y celebra los pequeños cambios que hagas!
El síndrome de la casa incompleta es una sensación común, pero no tiene por qué convertirse en una fuente de estrés.
Recuerda que tu hogar es un reflejo tuyo, y al igual que tú, está en constante cambio. ¡Celebra cada paso que das en el camino hacia un hogar más tuyo y acogedor!
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