Acabamos de empezar el año y Pantone presentará su apuesta de colores estrella para las nuevas temporadas. También comenzaremos a identificar nuevas tendencias y, seguro, surgen ideas entretenidas para hacer pequeños (o grandes) cambios. Porque ya se sabe: ¡renovarse o morir!
En este tiempo, además de lo que llega, también vemos cómo se van consolidando tendencias que han ido apareciendo en los meses anteriores. Las modas son pasajeras, pero en decoración hay algunas que se arraigan con más fuerza y permanecen en el tiempo, evolucionando y mezclándose con las vanguardias.
Y este año, habrá mucho eco de lo que el 2017 trajo consigo. Así que aquí tienes algunos must para estar a la última y recibir las nuevas tendencias con los brazos abiertos:
Materiales naturales
En 2017 les dimos un enorme protagonismo a las plantas en interiores, y es que parece que se ha hecho indispensable mantener el contacto con la naturaleza, sobre todo si vives en una gran ciudad.
Ese deseo de volver a lo natural también se traslada a los materiales: la madera, poco tratada, natural e, incluso, con imperfecciones, ha sido y seguirá siendo la gran estrella.
El corcho irá apareciendo poco a poco, pero mientras, no dudes en seguir incorporando tejidos de lino, mucho mimbre y también gredas y arcillas.
Espacios abiertos y diáfanos
El efecto loft ya es súper conocido, sin embargo, en el último tiempo hemos visto además cómo se ha ido aplicando en espacios cada vez más grandes. Porque ha dejado de ser una necesidad, producto de la falta de metros, y en cambio se ha convertido en una estrategia para ganar amplitud y luminosidad. Así que efectivamente, en 2018 seguiremos evitando los tabiques y muros, ¡y que fluya la luz!
Lo que sí es nuevo, a pesar de que la tendencia sea el open space, es que se potencian las “islas” decorativas. La idea es que los ambientes personalizados convivan unos con otros y se integren, para que la familia esté reunida y pueda compartir, aunque esté cada uno haciendo cosas por separado.
Menos sigue siendo más
El estilo nórdico lleva ya mucho tiempo con nosotros y parece que lo seguiremos viendo en los próximos meses. Y es que ha sabido mezclarse muy bien con otros estilos y adaptarse a las nuevas modas.
Y aunque vayan apareciendo en escena otros estilos más recargados, como el boho o el tropical, el gran competidor del nórdico será el minimalismo. Veremos que se irán recuperando paso a paso los looks en blanco total, las líneas sobrias y simples y la pasión por los metales y el vidrio.
Metalizados
En parte por este resurgir del minimalismo, los metales seguirán siendo el toque perfecto de glamour y sofisticación.
El latón y la plata le irán ganando poco a poco la partida al cobre y los dorado rosado, que reinaron estos últimos meses. Aunque la gran novedad y apuesta son los acabados, que ya no serán solo brillantes y esmaltados, sino que vendrán combinados con terminaciones mate o con un efecto envejecido muy vintage.
Énfasis en verdes y rosas
Y si bien el blanco y los tonos tierra seguirán siendo la base cromática, el énfasis de color se consolida en los verdes, especialmente el esmeralda bien oscuro, y los rosados.
¡Imagina combinarlos todos! Con una casa full tendencia. Sin duda una forma estupenda de comenzar el año con buen pie, ¿no crees?
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