Algunas veces los dormitorios son chicos y casi no caben muebles además de la cama. Otras, simplemente preferimos piezas ligeras, poco cargadas, y necesitamos seleccionar bien los elementos para que nuestro espacio más íntimo y privado se sienta relajante y acogedor.
La cama es, de por sí, un mueble grande, pesado, que ocupa mucho espacio visualmente, y más cuando la vestimos con varios cojines o un plumón voluminoso. Así que, si buscas veladores que aligeren la sensación, pero que a su vez sean funcionales y prácticos, hoy te traigo una selección de mis favoritos Homy.
Un tip: para conseguir esa sensación de ligereza no es necesario elegir veladores pequeños. Simplemente evita los que más ocupan a la vista, por ejemplo, los de bloque, los que tienen muchos cajones o que tienen partes traseras de madera. Verás que, incluso teniendo las mismas medidas que los anteriores, si tu velador tiene, por ejemplo, las patas largas y el cajón o la superficie está alejada del piso, lo sentirás mucho más ligeros.
Este velador es un ejemplo perfecto. Sus patas de tijera ocupan muy poco y levantan la cajonera lo suficiente para quedar a la mano y al ras de la cama.
¿Necesitas algún cajón extra? ¡Aquí lo tienes!
Y si lo que buscas es una versión un poco más sofisticada y elegante, entonces quédate con este velador, inspirado por sus formas en los clásicos y románticos tocadores.
Si te fijas, todos cumplen los mismos parámetros: patas altas, colores claros, pocos cajones y sin parte trasera.
Aunque el blanco es un color ideal si quieres alivianar y simplificar, no es la única opción. Si prefieres la madera natural o algún color oscuro, pero tienes poco espacio, solo tienes que reducir un poco las proporciones del velador:
Los de barras metálicas y vidrio son también una excelente opción porque, aunque sean oscuros o tengan patitas cortas, tienen una estructura liviana, como éste:
Madera, metal, colores oscuros, colores claros… Tú, ¿con cuál te quedas?
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