Si estás pensando en cambiar tu comedor, entonces sabrás que la decisión no sólo pasa por el tamaño o su forma, sino también por su materialidad. Las opciones son muchas, pero en este post me gustaría centrarme en las tres más comunes: la madera, el metal y el vidrio. Cada una con sus ventajas y desventajas.
Considera dónde pondrás tu comedor, cómo es el espacio y quiénes viven contigo, así será más fácil poder elegir el que mejor se adapta a tu estilo y necesidades.
Madera:
Sin duda, la opción más común y segura a la hora de elegir un comedor. ¡Es que la madera nos da tantas opciones!
Por ejemplo, el cerezo, con su tonalidad rojiza y profunda, es perfecto para espacios grandes y elegantes, el roble, por su lado, para comedores de estilo más tradicional y rústicos, el pino, es sin duda una opción más económica que te permitirá, incluso, encerarlo o teñirlo según necesites, o la caoba, de color oscuro y look clásico.
La ventaja de un comedor de madera es su versatilidad, ya que podrás encontrar una opción para cada estilo. En general son muebles que durarán por mucho tiempo si aplicas los cuidados necesarios.
Además, son fáciles de combinar con sillas de otros materiales, bancas e incluso con los textiles.
Vidrio:
Los comedores de vidrio también son muy comunes, sobre todo en espacios de diseño moderno.
Son una muy buena alternativa si tienes pocos metros cuadrados, ya que la base de cristal transparente es muy ligera visualmente permitiendo que los espacios se vean más amplios e iluminados.
Otra ventaja es que puedes jugar con las sillas, ya que estarán visibles en todo momento: si quieres que ellas sean las protagonistas de tu comedor, ¡esta es tu alternativa!
Pero ojo, que el vidrio puede ser peligroso, sobre todo si vives con niños. Además, tendrás que tener especial cuidado con su limpieza, ya que las marcas de dedos u objetos se notarán el doble.
Metal o fierro:
El metal es un excelente material ya que es prácticamente indestructible. No requiere de muchos cuidados, a no ser que decidas sacarlo al exterior, en ese caso, asegúrate que esté debidamente tratado para evitar que se oxide.
El metal o fierro está muy asociado al estilo industrial, así que, si buscas ese look inspirado en fábricas o lofts con grandes ventanales, esta es tu opción. Escoge aquellos de líneas simples y rectas, ya que un pequeño cambio en su diseño puede hacer que se transforme fácilmente en un comedor de terraza.
Eso sí, mucho ojo, porque el metal puede ser bastante frio y darle un look duro a tus espacios. Por lo mismo, combinarlo con madera (por ejemplo, unas bancas) u otras materialidades, le dará esa calidez y equilibrio perfecto.
Como ves, cada opción tiene lo suyo. ¿Tú, encontraste la que mejor se adapta a tu estilo?
Comentarios