¿Tienes una cama que no usas? Tal vez tus hijos se independizaron y te quedaste con el nido vacío, o un roommate no quiso llevar su cama vieja. Entonces, una buena idea es reciclar y convertir esa cama en un sofá.
Hacer esta transición no es tan difícil y sólo necesitas algunos elementos. ¡A tomar nota, porque acá te explicamos cómo!
1. Limpia y repara
Antes de comenzar la transformación, asegúrate de limpiar y reparar cualquier daño que veas en la cama.
Lava bien la cama, especialmente el colchón. Si es necesario, repara y pinta la base con el color que desees.
2. Cubre el colchón
Lo más simple sería poner un cubrecama, pero si quieres realmente convertir una cama en sofá, puedes mandar a hacer una cubierta, ojalá de una tela más gruesa que cubra todo el colchón.
3. Un gran cojín
En esta renovación, los cojines son clave. Pero hay uno que te ayudará a darle ese look “sillonesco”.
Un cojín largo, que vaya de lado a lado de la cama, servirá de base para lo que viene.
No es necesario que tenga mucha altura, sólo que cubra todo el largo de este nuevo “respaldo”.
4. ¡Y muchos cojines más!
Una vez más, los cojines son los grandes aliados para convertir una cama en un sofá extra cómodo, y hay muchas formas de utilizarlos:
- Puedes agregar dos cojines más grandes, uno en cada punta, para anclar el sofá.
- También pueden ser cilíndricos, para simular los brazos del sofá.
- Finalmente, llena los espacios con varios cojines, siempre manteniendo la misma paleta de colores.
5. Optimiza el espacio de almacenamiento:
Si la cama tiene espacio debajo, ¡aprovéchalos al máximo! Utiliza los cajones o cajas para almacenar ropa de cama, mantas o incluso libros.
Esto te permitirá mantener tu espacio organizado y libre de desorden.
6. La manta perfecta
Y para dar el toque final, agrega una manta. Puede ir estirada entre la funda del colchón y los cojines, o puesta de forma más casual, lista para cubrir tus pies mientras lees un libro.
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