Elegante y lleno de posibilidades, la decoración con estilo clásico busca crear atmósferas que recuerden a la nobleza. De carácter expresivo, una de sus grandes ventajas es la versatilidad y la adaptación.
La clave está en encontrar el equilibrio perfecto para lograr ambientes con personalidad, pero a la vez agradables de habitar y armónicos. ¿Quieres conocer las características de este estilo? Aquí te las dejamos.
Muebles con carácter
Uno de los protagonistas de la decoración con estilo clásico son los muebles, destacando por sobretodo las piezas de gran tamaño.
Para aplicar este estilo en casa, apuesta por combinar volúmenes, mezclando piezas XL con otras más ligeras que logren esa elegancia sin perder de vista el tamaño de la habitación. Por ejemplo, si eliges un gran sofá de terciopelo, combínalo con butacas o poufs bajos que no saturen el espacio.
- Algunas referencias atemporales son el estilo de Luis XV, con muchas curvas y ornamentos, o el estilo inglés, que utiliza molduras y formas sinuosas.
- La madera cumple un rol fundamental en este estilo, el roble o la caoba aparecen como las preferidas, siempre combinadas con telas de gran peso y algunos detalles en bronce o dorado. Utiliza este material en muebles como la mesa de centro, algún esquinero o arrimo y también para la mesa del comedor. Si tienen patas alargadas y torneadas, ¡mucho mejor!
- Para el sofá, prefiere aquellos con formas redondeadas, con capitoné en su tapiz.
- Lo mismo para los sillones: los de respaldo alto, llamados orejeros, serán perfectos para incluir en tu decoración clásica.
Los colores del estilo Clásico
En cuanto a colores, los neutros serán los preferidos a la hora de decorar con estilo clásico. El blanco, beige o crema proporcionarán el lienzo perfecto para que los muebles y decoraciones destaquen de la mejor manera, contribuyendo a equilibrar el ambiente.
Los toques de color, por supuesto que están permitidos, sobre todo en decoraciones o textiles.
- El verde grisáceo y amarillo claro son perfectos si quieres un estilo muy tradicional.
- Los burdeos, verde botella y azules clásicos le darán un toque más moderno y cosmopolita.
El poder de las telas
En la decoración de estilo clásico, los tapizados y textiles son fundamentales para destacar las piezas y darle un toque de calidez a la habitación.
Los tejidos nobles como el terciopelo, cuero, sedas o tweed aportarán mucha sofisticación y color.
Puedes usarlos en sus versiones lisas, pero te recomendamos jugar con los diseños y estampados si quieres acercarte lo más posible al look clásico. ¿Un tip? Los motivos florales no fallan.
Úsalos en cortinas, para tapizar las sillas o en cojines. En el caso de las primeras, deja que se arrastren por el suelo unos centímetros para un toque extra de elegancia.
Busca el efecto de amplitud
Cuando hablamos de estilo clásico, inmediatamente nos transportamos a grandes palacios con amplias habitaciones de techos altos y muchísima luz. Sin duda la grandeza es una de sus características.
Para replicar esto en los hogares actuales, en que los metros cuadrados son mucho más limitados, podemos recurrir a algunos trucos para potenciar, por ejemplo, la altura de los cielos.
- Las molduras son una buena alternativa, ya que llevarán la vista hacia arriba, además son súper decorativas y van perfecto con el look clásico que queremos conseguir.
- Los papeles murales también son una buena opción, sobre todo aquellos con diseños verticales ya que harán que los muros se vean más altos.
- Si además buscas que el espacio se vea luminoso, puedes utilizar un espejo XL apoyado en el suelo. Enmárcalo con una moldura ornamentada, pintada de dorado, ¡y listo!
La importancia de los detalles
En el estilo clásico los detalles no pueden quedar fuera, ya que contribuyen a darle un toque especial a los ambiente y a aumentar el lujo y sofisticación. Algunos ejemplos son los candelabros de bronce, lámparas de cristal, porcelanas, esculturas o antigüedades.
Las obras de arte son un must, generalmente pinturas de paisajes o retratos en colores intensos, enmarcados con elegantes molduras cargadas de detalles.
También puedes pensar en una gran pieza decorativa con volumen, como jarrones o floreros, una escultura, un par de lámparas de buen tamaño e incluso una pieza de cerámica ornamental que se convierta en un punto focal.
Elige las piezas con detención, en este caso la premisa del “menos es más”, debe ser aplicada. Mejor un elemento de gran carácter y calidad, que una infinidad de objetos pequeños.
La decoración clásica no pasa de moda. Atrévete a decorar con este estilo y así conseguir ambientes llenos de elegancia y sofisticación.
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