Si te digo: “alfombra oriental” ¿en qué tipo de espacio piensas? Tal vez se te ocurre, como a muchos, un comedor clásico, o el típico living lindo, pero un poco trasnochado. Hay quienes, por lo mismo, las evitan. Pero pienso que las alfombras orientales son una de esas joyas decorativas que uno sí puede (y a veces debe) tener.
Y es que sí. Una alfombra oriental ES un elemento decorativo clásico. Pero eso no significa que desentone en estilos más actuales. Al contrario, hoy, lo que más se busca son los contrastes, por lo mismo estas alfombras son el toque perfecto para conseguirte ese efecto WOW. Por eso quiero compartir contigo algunas ideas para lograrlo.
Rodéala de blancos y neutros
Hubo un tiempo en el que los muebles de madera oscura eran los grandes protagonistas. Combinados con las alfombras orientales, suelen ser de colores oscuros, como el granate, el marrón y los verdes más densos, y se crearán ambientes muy cálidos y clásicos, pero también un tanto cargados y oscuros. Pero esa imagen, como de despacho antiguo, es solo uno de los ambientes que se pueden conseguir con una de ellas.
Si instalas tu alfombra en un espacio luminoso, en el que predominen los colores neutros o claros, como el blanco, conseguirás que brille con luz propia. Seguro que descubres nuevos matices en sus nudos y te re-enamoras de la complejidad de su diseño.
Ponla en lugares inesperados
Es habitual verlas en el living, pero ¿qué tal si te atreves a instalarla en otro spot?
¿Sabes dónde no pasará inadvertida? ¡En la cocina! ¿Te atreves?
Intégrala en tu rincón boho
Los amantes del look boho están de suerte, porque las alfombras orientales son un must para conseguirlo.
El toque definitivo es poner varias superpuestas, como haciendo un collage.
Conviértela en el elemento rompedor en una decoración de un estilo distinto
Pero el boho no es la única estética en la que puedes integrar tu alfombra oriental. De hecho, es un perfecto elemento rompedor en decoraciones de otros estilos, como el industrial, el nórdico o el tropical, por ejemplo.
Y ¿qué tal si la luces en exteriores?
En la terraza o el jardín también tienen mucho que aportar. Porque, aunque haga calor, con alfombras siempre es más fácil conseguir ese efecto acogedor, de calor de hogar, siempre tan apetecido. Si las persa te parecen demasiado pesadas, utiliza un kilim, mucho más ligero.
Dale una oportunidad a los clásicos, que nunca pasan de moda y, como ves, puede marcar un antes y un después en la decoración de tu casa ¡seguro que no te arrepientes!
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