Esta temporada, la vajilla con diseño marroquí o pintada a mano está de moda. Sin embargo, hay casos en que el exceso de colores o dibujos puede verse recargado, sobre todo cuando llevamos todo el juego a la mesa. ¡Pero calma! Tenemos la solución.
Aquí hay tres alternativas que te permitirán combinarla fácilmente, sin que pierda su protagonismo y siga acaparando todas las miradas.
Con colores neutros
Tal vez la forma más simple para solucionar el exceso de información es combinando tu vajilla pintada con elementos en tonos beige o blanco. Puedes usar un plato como base y luego agregar la loza con diseño, o ir jugando con las piezas a lo largo de la mesa. Por ejemplo, que los platos sean blancos, pero las fuentes y copas sean pintadas. De igual forma una superficie de madera natural o un mantel blanco o crema pueden servir como el lienzo ideal sobre el cual desplegar tu vajilla.
De esta forma crearás un equilibrio y no saturarás la mesa de información.
Con vidrio
Una excelente forma de complementar tu vajilla con diseño -sin quitarle el protagonismo que merece-, es combinarla con piezas de vidrio o cristal. Al ser transparente, permite crear zonas con más “aire visual”, haciendo que la mesa se vea menos recargada. Además, aporta toques de brillo y elegancia que te permitirán lucir tu loza pintada en una cena familiar o en una ocasión más formal.
Por último, si no quieres perder el color, existen platos o copas de vidrio azules, verdes, cafés o rojas, que quedarán muy bien y permitirán que tu mesa no pierda ese look vibrante y alegre.
Con madera
La madera es otra alterativa para complementar tu vajilla, pero ojo, que debes usarla con cautela. Hay maderas, sobre todo las nobles o más oscuras, que tienen mucha presencia y pueden competir con tus hermosos platos pintados a mano. Por eso, y dependiendo de tu loza, asegúrate de escoger bien el tipo y color.
Usa esta combinación para un almuerzo familiar, de estilo más campestre o relajado. Puedes poner tablas de base para fuentes, o cortes de tronco redondos bajo tus platos, simulando un individual.
¡Anímate y atrévete a combinar tu vajilla!
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