Este término significa simplemente: pintado hasta la mitad, y seguro que últimamente lo andas viendo por todas partes.
Es probable que ver muros pintados en dos colores te sorprenda menos, porque es una técnica que se utiliza hace años. Sin embargo, los muros pintados en half painted tienen algunas particularidades, por ejemplo:
Las líneas de corte no siempre son horizontales…
… Ni tienen acabados regulares…
…La altura del corte depende del gusto de quien pinta…
Y no siempre la división respeta decoraciones o adornos.
Esta forma de pintar a medias de forma intencional ha llegado también a los muebles. Y si bien lo habitual es que el tono oscuro quede en la parte inferior, porque su peso visual es mayor, las normas (si es que alguna vez las hubo) cada vez se difuminan más y la creatividad es el límite.
Lo que más me gusta del half painted es que todos podemos aplicarlo en casa, y que, con un par de manos de pintura, se le puede devolver la vida a un mueble antiguo o desgastado.
Si te atreves además a utilizar colores rompedores, como el verde mint, los colores empolvados o los flúor, conseguirás un efecto impactante y decoraciones únicas y con mucha personalidad.
Mi consejo es que empieces por algo pequeño, como un taburete, un cesto o una caja y, si se te da bien, vayas atreviéndote con cosas más grandes. Cuando te hayas soltado puedes atreverte incluso con degradados de color: ¡quedan fascinantes!
¿Te atreves?
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