A estas alturas creo que ya me conocen y saben que una de mis debilidades en decoración son las plantas. Por eso, hoy vengo a hacerles un alegato en su favor, para intentar convencer a aquellos que aún no se han animado a incorporarlas en sus vidas y en su hogar.
¡Ah!, y me adelanto: no ser muy habilidosos con la jardinería dejó de ser excusa. Porque las plantas artificiales se han ganado su sitio en el último tiempo. Cada vez están fabricadas con mejores materiales, y algunas se ven tan realistas que incluso hace falta tocarlas para saber si son naturales o no. Con ellas consigues toda la exuberancia y vitalidad de las reales, pero te olvidas de regarlas ¡todo ventajas!
Lo que más me gusta de las plantas es que levantan y mejoran cualquier estilo decorativo. Desde el boho hasta el clásico inglés, pasando por el industrial o el nórdico en todas sus versiones más actuales y evolucionadas.
El tamaño importa
Cada espacio de la casa “pide” un tipo de planta, o más bien, un tamaño. Por ejemplo, me encantan las macetas XL en el living. Ayudan a potenciar la verticalidad y son una herramienta bien útil para vestir rincones complicados, como el hueco que queda entre el lateral del sofá y el muro.
También me gusta instalar plantas altas en rincones de lectura, porque me da la sensación de que te invitan a sentarte ahí a pasar un ratito agradable y relajante.
Las plantas medianas son una carta comodín. Suele ser fácil encontrarles un espacio: en una librería, sobre una mesita o un pisito, directamente en el suelo con un macetero lindo…
¡Ah!, y es que ese es otro tema interesante: el macetero. Para mí, es el toque que consigue integrar la planta en el look. Por ejemplo, en una pieza de estilo nórdico puedes elegir uno sencillo, de líneas rectas y un solo color. En un espacio industrial o rústico las plantas se ven súper lindas dentro de cestos o cajones de madera. Y en espacios más glam elegiría un macetero dorado o con placas de espejo.
Pero volvamos a las plantas, y a la magia de las más pequeñitas. Últimamente las vemos más que antes, sobre todo desde que entraron en escena las suculentas, que son perfectas para conseguir el toque de los verdes, pero de forma sutil. Ideales para el baño o la cocina, también son un aporte interesante en los veladores y en mesas de centro.
Las plantas mini son ideales para decorar un carrito bar cuando tengas invitados, y también como regalo, para los invitados de tu matri o para un depto-shower, por ejemplo.
¿Qué opinan? ¿Les convencí? Por si les falta un empujón, les cuento que todas las plantas de las fotos de este post ¡son artificiales! ¿lo habrían adivinado?
Comentarios