¿Te independizaste o llegó el momento de renovar tu cama? Posibilidades, diseños y tipos de camas hay muchos, por eso creamos una guía para elegir la cama perfecta para ti y tu dormitorio.
1. Antes de vitrinear: medir
Todos hemos soñado con tener una cama extra grande, pero antes de comprar alguna de cualquier tamaño debes tener en cuenta el espacio de que dispones.
En general, una cama debería tener entre 30 y 60 centímetros libres alrededor para poder circular libremente.
¿Cómo medir el espacio para la cama?
- Las medidas de una cama varían según su tipo de cama. Ten en cuenta esto. Una buena manera es marcar en el suelo el tamaño de la cama. Para esto puedes usar masking tape.
- También debes medir las puertas, pasillos, ascensores y cualquier lugar por donde tenga que pasar la cama. No queremos que se quede atrapada en la escalera (créenos, es posible).
- Fíjate bien en la altura del tipo de cama que quieres, sobre todo si es un box spring. Algunos son altos y puede ser difícil sentarse.
- No olvides tener en cuenta el espacio para tus veladores, sean las actuales o nuevos. Si tienes un espacio muy reducido, las repisas pueden ser un buen reemplazo.
2. Ventajas de las camas con base dividida
Ojo en este punto si quieres una cama grande: lo más práctico es elegir una de base dividida. ¿Por qué? Porque estas bases son más fáciles de trasladar, mover y, al poder separar la base en 2, la cama puede entrar por espacios más pequeños.
3. Tipos de camas
¿Qué diferencia hay entre una cama europea y una americana? ¿Y entre un box spring y una cama europea? Conoce sus diferencias:
Cama estructural:
Estas camas son las que cuentan con una estructura, generalmente de madera y tablas, donde se sitúa un colchón.
Son muy recomendables para espacios pequeños, porque son muy fáciles de mover y se pueden desarmar. Otra ventaja es que cuentan con espacio debajo de la cama, siendo más fácil limpiar y también sirve como almacenamiento extra.
Estas camas son perfectas para los amantes del diseño: hay muchos modelos que se pueden adaptar a tu estilo.
Box spring:
Estas camas están compuestas por una base y un colchón. La base de los box spring está hecha con madera y con resortes (que pueden ser suaves o firmes) y va recubierta con un acabado acolchado. Todo esto permite que se adapte mejor al cuerpo y al movimiento.
Cama americana:
Tal como en el caso anterior, esta cama está compuesta por una base y un colchón. La diferencia entre el box spring y la cama americana es que, en esta última, la base es rígida y no tiene resortes: es casi como un gran cajón, muy firme y robusto.
Al tratarse de una superficie más dura, son recomendadas para personas que sufren de dolor de espalda.
Cama europea:
Esta cama es muy parecida a la anterior. La diferencia entre la cama americana y la europea es que esta tiene patas, lo que le da una mayor altura y un toque extra de diseño.
Su altura te va permitir limpiar más fácilmente la parte de abajo. Ideal para los alérgicos al polvo.
Cama de base dividida:
Como vimos más arriba, son modelos que tienen la base dividida en 2 partes. Las puedes encontrar para distintos tipos camas, como box spring, americana o europea.
Este modelo es ideal para quienes necesitan una cama para un espacio pequeño, porque es mucho más fácil de trasladar.
Cama multifuncional:
Son todos los tipos de camas que cumplen más de una función y que son ideales para espacios pequeños, piezas de invitados o dormitorios infantiles.
¿Un ejemplo? Una cama en altura con escritorio y una cómoda integrados. ¡Todo en uno!
4. ¿Sabes qué colchón necesitas?
Cuando llega el momento de elegir un colchón, hay algo que debes tener en claro: el colchón se tiene que adaptar a ti, no tú al colchón. Parece simple, pero es realmente clave.
- El colchón debería mantener siempre la curvatura natural de tu espalda, no forzarla demasiado ni hacer que quedes hundido.
- Antes de elegir, puedes probarlo acostándote de espalda y meter la mano en el hueco que queda entre la parte curva de la columna y el colchón. Si queda un espacio grande, el colchón es demasiado duro para ti; si no puedes siquiera meter la mano, es demasiado blando.
Otro dato importante es que debería ser entre 10 y 15 centímetros más largo que la altura del usuario. En el mercado, podrás encontrar colchones de dos largos estándar: 190 y 200 cm.
En promedio, un buen colchón dura 10 años. De todas maneras, si despiertas cansado y con dolor de espalda después de haber dormido la noche entera, tal vez es momento de empezar a vitrinear.
Además, para prolongar la vida útil de tu colchón, recuerda siempre seguir las instrucciones del fabricante. Hay algunos que se tienen que dar vuelta cada cierto tiempo, y otros en los que no es necesario hacer nada.
Ahora ya puedes empezar a vitrinear para comprar tu cama perfecta y descansar como te mereces.
Si quieres ver más ideas para decorar tu dormitorio, no te pierdas nuestra sección del blog especialmente dedicada a este espacio, ¡que nos trae el descanso reparador y los mejores sueños!
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