Uno de los colores favoritos a la hora de decorar, el turquesa es una opción fresca, alegre y luminosa para aplicar en cualquier espacio de nuestra casa. ¿Cómo y dónde usarlo, con qué combinarlo? Toma nota, que aquí te contamos todo.

Características del color turquesa

Si bien hay quienes asocian el turquesa al color verde, lo cierto es que pertenece a la familia de los azules. Un color vibrante, con características únicas que resultan perfectas para una pared o resaltar detalles en tu decoración. Algunos de sus rasgos principales son:

  • Frescura y calidez para una oficina o escritorio. Los tonos azules se caracterizan por ser fríos, sin embargo, el turquesa tiene esa particularidad de ser intenso y muy vibrante, por lo tanto aporta una cuota de calidez al ambiente. Es ideal para espacios en lo que se realizan actividades creativas.
  • Serenidad para el baño o sala de estar. Y si bien es bastante estimulante, en sus tonalidades más claras o desaturadas, tiene la capacidad de aportar mucha serenidad y calma.

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Un living de paredes y piso de colores neutros, con un sillón amplio de color beige, mesa de centro con cubierta de vidrio y base de madera, una poltrona de terciopelo turquesa y cuadros decorativos.
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  • Alegría y vitalidad ambientes infantiles o salas de juego. Es ideal para la decoración de estos espacios, porque resulta muy atractivo si se aplica en las dosis adecuadas. Con tonos turquesa conseguirás que cualquier muro destaque, haciendo el espacio mucho más llamativo y activo.
  • Luminosidad para todo espacio. Si bien se puede usar en tonalidades más oscuras o más claras, estas últimas, combinadas con colores como el blanco o beige, aportarán muchísima luminosidad al espacio ya que favorecerá la distribución de la luz.

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un dormitorio infantil de colores claros con una cuna de color blanco, una alfombra y una cómoda de color turquesa o menta con varios cajones.
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¿Cómo usar el turquesa en la decoración?

Ya vimos la gran versatilidad de este color, ahora nos toca revisar las diversos modos en que puedes aplicarlo en tu decoración.

En primer lugar, puedes hacerlo en una pared o muro que quieras destacar, por ejemplo, con pintura o papel mural. Te recomendamos que elijas solo una superficie, para que se trasforme en protagonista del espacio.

Al ser un color vibrante y con mucho carácter puede saturar el ambiente fácilmente, por lo que es importante encontrar los colores y materiales adecuados para combinarlo: fibras naturales y tonos suaves.

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Si quieres ir probando cómo se integra el color turquesa en tu decoración, una excelente idea es incorporarlo en pequeñas dosis.

Esto lo puedes hacer con detalles decorativos, como marcos de fotos o un florero, en los muros, con cuadros o canvas, o en complementos en tu cocina.

Otra buena idea es pintar elementos de menor tamaño, como una puerta. De esta manera, podrás acomodarte al color y utilizarlo sin excederte.

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Varios artículos de cocina de madera y de plástico, ordenados en una bandeja de cocina, la cual está apoyada en un mesón.
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Otro lienzo que puedes utilizar para jugar con tonos turquesa son los textiles.

La ventaja de usarlos en textiles es que puedes jugar con diseños y patrones que contengan este color. De esta manera le estarás dando una nueva dimensión al espacio.

Úsalos en tu living, con cojines que puedes poner en sillas o sofás. También en tu dormitorio, en una funda de plumón o piecera.

un dormitorio con una cama de plaza y media con respaldo de color turquesa.
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¿Con qué combina el turquesa?

 El turquesa es un color que se adapta muy bien a otros tonos, acá te dejamos algunas de las combinaciones que puedes conseguir para acertar y crear un espacio armónico y con estilo.

  • Con blanco. Si buscas crear un ambiente luminosos y fresco, entonces el blanco es el mejor compañero del turquesa. Destacará la tonalidad del azul, haciendo que se vea aún más vibrante, ideal para un living, dormitorio u oficina.
un dormitorio infantil con paredes de color turquesa claro y un camarote de color blanco y ropa de cama de color turquesa.
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  • Con gris. Si buscas una combinación más moderna y elegante, entonces el gris es tu mejor opción. Si tienes un espacio dominado por este tono, algunos detalles en turquesa te ayudarán a romper la monotonía y darle un toque de brillo.
  • Con beige. El beige es un complemento perfecto para el turquesa. Con él obtendrás ambientes más suaves y acogedores, quedará muy bien en tu living o en un ambiente playero.
un dormitorio de colores neutros con una cama de dos plazas con respaldo de color beige y ropa de cama de colores turquesa y diseños.
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  • Con verde. Color y frescura es lo que ofrece esta mezcla. Como ambos tonos son fuertes, es importante que lo uses con moderación. Es una mezcla ideal para ambientes infantiles, como dormitorios o una sala de juegos. Piensa cómo y dónde aplicarás cada color, puedes comenzar con detalles en los textiles y ver cómo se comportan en el ambiente.
  • Con azul. Usualmente, los tonos de la misma familia combinan muy bien. Es el caso del turquesa con el azul. Conseguirás un ambiente monocromático, muy elegante, sobre todo si optas por el azul marino. Ambos tonos se verán muy bien en un comedor o living.
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un comedor de madera funcional ideal para espacios pequeños en un espacio con paredes blancas y de color turquesa claro.
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¿Te gusta el turquesa? Con estos consejos ya sabes cómo y dónde aplicarlo en tu decoración para conseguir ambientes vibrantes y frescos.