El estilo nórdico en decoración lleva ya un buen tiempo siendo tendencia, gracias a us líneas simples y tejidos amables. Este estilo tiene diferentes facetas, gracias a las cuales nos da una base inspiradora, fácil de asimilar, visualmente relajante y extremadamente funcional.
Lo puedes aplicar en muebles de living y comedor, en detalles como poltronas y sitiales, alfombras, y también en detalles como lámparas, arrimos y accesorios decorativos.
Si estás entre los tantos fans de este estilo, en este post te vamos a contar un poco de sus orígenes y sus diferentes versiones, para que busques el que más se adapta a tu gusto y la personalidad que buscas para tus espacios.
¿Cómo surge el estilo nórdico?
El origen del estilo nórdico surge, como tal, en los años que transcurren entre las dos grandes Guerras Mundiales. Se marca este tiempo como punto de inflexión, pues los países del norte de Europa, siempre prácticos, empiezan a flexibilizar sus diseños para dar cabida a lo estético y hacer de lo bello un valor añadido.
Es a partir de 1954 cuando se empieza a hablar de diseño nórdico, después de una exposición escandinava en Estados Unidos, en la que se promovió el estilo de vida de los países del norte de Europa y sus tradiciones en la decoración de sus casas.
Desde entonces el diseño nórdico se ha expandido, crecido y evolucionado, pero, sobre todo, se ha fundido con otros estilos, dando vida a nuevas expresiones. Eso sí, todas inspiradas en sus bases de líneas simples y sobrias, de materiales naturales, textiles acogedores y colores neutros.
Recuerda que, como siempre, son los pequeños detalles los que marcan la diferencia, y que puedes apoyarte en elementos como cojines, accesorios y textiles para darle ese toque personal de estilo nórdico a tus espacios.
Una vez que tenemos claro el «espíritu» de la decoración en estilo nórdico, veamos todas las variedades puras e hibridas que existen, junto con interesantes tips apara conseguirlas.
LÍNEAS PURAS dEl nórdico noruego y sueco
Los raíces del estilo nórdico son más profundas en Noruega y Suecia, los dos países que se consideran su cuna.
Algunos atribuyen la semilla del look escandinavo al Rey Gustavo III, rey de Suecia en las últimas décadas del siglo XVII, quien después de una grave crisis financiera decidió acabar con la ornamentación de sus palacios y regirse por tres principios, que después se convertirían en los fundamentos del estilo nórdico:
- Colores claros
- Materiales sencillos
- Adornos poco ostentosos.
En este sentido, vemos cómo las paredes juegan un papel fundamental en la composición de los espacios limpios y relajantes del estilo nórdico más esencial.
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El nórdico finlandés
La expansión lógica del estilo nórdico fue hacia los países vecinos: Dinamarca, Islandia y Finlandia.
Esta corriente se rige por la importancia de los detalles, siempre sencillos e inspirados en la naturaleza: paisajes o animales escandinavos, flores silvestres… aquí es donde empieza a encontrar su espacio la geometría e, incluso, algunos toque de color más vivo.
Espejos, cuadros, ilustraciones de inspiración botánica… la imaginación se traslada a los exteriores, manteniendo la armonía y el equilibrio esencial.
El nórdico holandés
Aunque en todas las corrientes del estilo nórdico es importante darle predominancia a la luz, en la corriente holandesa la iluminación y los colores tienen un rol fundamental.
Esta corriente tiene toques un poco más ornamentados, y acepta incursiones de elementos vintage, ojalá con acabados mate. La madera, que sigue siendo el material estrella, comparte protagonismo en esta línea con la piedra.
Para conseguir este estilo, encajan a la perfección lámparas colgantes y de pie, que den un toque protagónico a las fuentes de luz interior.
LÍNEAS HÍBRIDAS
El nórdico minimal
El minimal es una versión más moderna y actual del estilo nórdico más puro, entre otras cosas porque introduce los metales como complementos de la madera, y es muy común ver en esta línea el binomio «blanco y negro». Aunque, en la sensación final del look, predominan siempre los tonos fríos.
Ante todo, en esta línea de tendencia lo indispensable es que los espacios se sientan diáfanos y que prime la sencillez. Para este look, te pueden ayudar mucho los muebles de vidrio y las transparencias en general.
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El estilo nórdico Cozy
Cozy
significa «acogedor» en inglés, y una de las claves para conseguir este efecto son los textiles. Por eso, en la línea cozy del nórdico, ganan un gran protagonismo las alfombras peludas, las frazadas de punto maxi y los cojines suaves.
El nórdico Glam
La vertiente más brillante y sofisticada del nórdico es su fusión con el glam. En esta línea se asumen los metalizados brillantes, especialmente el dorado, y se aceptan elementos un poco más recargados, como lámparas o espejos.
Todas estas líneas, que tienen un origen común y van multiplicándose y adaptándose hasta el infinito, nos recuerdan que el diseño está vivo, que no tiene reglas y que los límites los ponen la imaginación y el buen gusto. ¿Cuál de los estilos nórdicos de decoración es tu favorito?
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